CUARTO DÍA.
Feliz Serafín del amor Divino; Secretaria del Señor a
sus pies; Compañera de María Santísima dulce
consuelo de Jesús en su Pasión. ¡Oh! y que agradecido se mostró a vuestro
afecto. ¡Pues al veros llorar, muerto
vuestro hermano Lázaro, se enterneció y os acompañó lloroso! Ea, amada Patrona,
venga a mi corazón algo de vuestro cariño, y a mis ojos lágrimas por las de
vuestro arrepentimiento, para llorar mis ingratitudes y lograr las Divinas Piedades.
Amén.
El cuarto día, y
los siguientes de la Novena se dice todo lo que en el primer día, solamente se
variará la Oración, que para cada día se señala.
QUINTO DÍA.
¡Ay Jesús mío! Por mí
tan maltratado. Los unos Discípulos os dejan, los otros se duermen en vuestra
agonía y Vos sudando sangre con la representación de mis culpas. El Ángel bajó
a confortaros, y os puso el Cáliz delante de los ojos. Quisiera ofreceros algún
consuelo, agradecido a lo que me habéis sufrido. Recibid, Señor, las lágrimas
de vuestra amante Magdalena, como licoroso vino, que conforte vuestro corazón
angustiado; pues el llanto, dice David, que es vino de compunción. Haced
compasivo Padre, que el amor de la Magdalena nos excite la gratitud, para
quitaros motivos de congojas, llorando nuestras culpas. Amén.
El quinto día, y
los siguientes de la Novena se dice todo lo que en el primer día, solamente se
variará la Oración, que para cada día se señala.
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