miércoles, 31 de mayo de 2023

MEDITACIÓN SOBRE LAS TRES CLASES DE CARIDAD



 



I. La primera caridad que debemos al prójimo, es el alimento y el vestido. Quien tiene bienes de este mundo, y viendo a su hermano en necesidad cierra las entrañas, ¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios? ¿Haces tú caridad según tus medios? ¿O imitas, acaso, al rico epulón que daba espléndidos festines mientras Lázaro a su puerta se moría de hambre? ¡Cuán terrible será oír: Tuve hambre y no me diste de comer, estuve desnudo y no me vestiste!

 

II. La segunda caridad que debemos a nuestros hermanos, es el pan de la inteligencia, la verdad religiosa. Instruyendo a los ignorantes continuamos la obra de Jesucristo. Una de las señales que da Él de la venida del Mesías, es que los pobres son evangelizados. Esta obligación se hace obligación de justicia si se trata de nuestros hijos.  Recordad, padres y madres, que no sólo habéis engendrado para esta vida perecedera a vuestros hijos, sino para la vida eterna; y la vida eterna consiste en conoceros a Vos, que sois el solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien Vos habéis enviado. (Evangelio de San Juan).

 

III. Después de haber ilustrado la inteligencia, hay que formar el corazón y elevarlo hasta Dios. Si no podemos por nosotros mismos cumplir este deber de caridad para con el prójimo, ¿no podríamos acaso hacerla cumplir por medio de otros, favoreciendo las escuelas en las que los niños son formados en la religión y en la piedad? ¿Hemos confiado, por lo menos, a nuestros hijos a personas capaces de desarrollar en ellos el germen de piedad que nosotros hemos debido sembrar en su corazón? No confiaríamos nuestros caballos a un conductor inexperto, y se entregan los hijos al primero que venga. (San Juan Crisóstomo).

 

Velad por la buena educación de los hijos

Orad por las órdenes docentes.

 

 


martes, 30 de mayo de 2023

MEDITACIÓN: EL SECRETO PARA SER FELIZ EN ESTE MUNDO


 


I. ¿De dónde proviene que encuentras la vida penosa y fastidiosa? Es porque deseas muchas cosas que no puedes tener y porque tienes aversión al estado en el que estás. No quieres ser pobre, estar enfermo o ser despreciado; cuando esto te acaece, caes en la desesperación: quisieras estar siempre sano, ser siempre rico, siempre estimado; si esto te falta estás triste. ¡Ah! si supieses padecer las pruebas de la vida y no desear lo que no tienes, ¡cuán dichoso serias!

Desgraciados ante los ojos de los ignorantes, los santos no pueden ser sino dichosos (Salviano).

 

II. ¿Acaso no es ser feliz en esta vida tener las promesas de la vida eterna? Los que sufren tienen estas promesas, porque Nuestro Señor les ha asegurado que serán consolados en el cielo; por el contrario, Él condena al rico malo que gozó toda suerte de bienes en este mundo.

¡Dichosos del siglo: cuidado, vuestra dicha es el triste presagio de la desdicha eterna que os espera en la otra vida!

 

III. Jesucristo ha venido a este mundo a enseñamos el secreto para ser felices, no sólo en la otra vida sino aun en ésta. Para ello, nos ha recomendado el amor a los sufrimientos. Los santos lo han imitado y han vivido muy contentos en medio de las tribulaciones de este mundo.

Estás en un error, hermano mío, si quieres regocijarte en el mundo y vivir después con Jesucristo en el cielo (San Jerónimo).

 

Paciencia en las tribulaciones

Orad por los afligidos.


lunes, 29 de mayo de 2023

DESCARGAR LIBRO "Avisos Espirituales" de SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI - Servidor de MediaFire


 


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SANTA MARIA MAGDALENA de PAZZI Virgen, 1566-1607 Memoria opcional 25 de Mayo.

Tras años de pruebas y aridez llega a grandes alturas de santidad

“figura emblemática de un amor vivo que remite a la esencial dimensión mística de toda vida cristiana” Benedicto XVI

Nace en Florencia, Italia en 1566, de familia afluente. Su nombre de bautismo es Catalina.

Recibe su educación en el convento de San Juan de Florencia. A los diez años hace un voto de virginidad. Sus padres le presionaron para que se casara pero ella se negó por ser fiel a su vocación a la vida religiosa.

A la edad de 16 años entró en las Carmelitas  descalzas en el convento de Santa María de los Ángeles en Florencia. Recibió el hábito en 1583, tomando el nombre María Magdalena. El 29 de mayo del 1584 estando tan enferma que se temía que no se recuperase, hizo su profesión como religiosa.

Desde que recibió el hábito hasta su muerte experimentó una serie de raptos y éxtasis.

Después de su profesión experimentó éxtasis diarios por 40 días consecutivos. Al final de este tiempo parecía estar cerca de la muerte. Sin embargo se recuperó milagrosamente. En adelante, a pesar de su mala salud, pudo cumplir con esmero las obligaciones que le asignaban y practicar una penitencia muy fuerte. 

(Comentario tomado de corazones.org)

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI


 


I. Esta santa amó a Dios desde que tuvo suficiente razón como para conocerlo. Aislábase para orar; pasaba horas enteras ante el Santísimo Sacramento; su Bienamado sin cesar estaba presente en su memoria. ¿Has comenzado tú a amar a Dios? ¡Desde hace ya mucho tiempo lo conoces y muy poco lo has amado!

 

II. Ella despreció todas las ventajas temporales que le aseguraban sus hermosas cualidades, y desde que conoció la vanidad del mundo, apresuróse a dejarlo, protestando que estaba dispuesta a soportar todos los suplicios antes que permanecer en él. Mira tú las grandezas, las riquezas y los placeres con los ojos de la fe, y no tendrás sino desprecio por lo que el mundo adora. Pon los ojos en el cielo, allí es donde debes poner todas tus esperanzas.

He aprendido a pisar la tierra y no a adorarla, no me es lícito poner en las cosas inanimadas las esperanzas de mi vida (San Clemente de Alejandría).

 

III. La oración continua de esta santa era la fuente de todas sus virtudes. Hacíala amar a Dios únicamente y despreciar todo lo que no fuera Dios. Tú no podrás formarte alta idea de Dios, porque no piensas en Él, porque no conversas con Él. Gusta de la oración, ella te desasirá de la tierra y te unirá por entero a Dios; haz una jaculatoria del lema de esta santa: ¡Sufrir o morir!

 

 

La castidad, orad para obtenerla, si la has perdido.

Orad por los que están afligidos.


lunes, 22 de mayo de 2023

MEDITACIÓN SOBRE LA PRUDENCIA DEL CRISTIANO

 









I. La virtud de la prudencia consiste en dirigir nuestras acciones hacia el fin que nos proponemos alcanzar. Este fin debe ser Dios, nuestro soberano bien; toda nuestra vida debemos trabajar para gozar de este bien supremo. Al verte consagrar todo tu tiempo a la búsqueda de los bienes de la tierra, ¿diríase acaso que Dios es tu fin supremo? Es lo último en que piensas.

Los negocios más importantes deben ocupar el primer lugar (San Euquerio).

 

II. Hay que emplear los medios más seguros para alcanzar este fin; así lo exige la verdadera prudencia. Los medios para llegar a Dios son: la observancia de los mandamientos, la frecuencia de los sacramentos, sobre todo de la Confesión y de la Eucaristía, la práctica de las virtudes y de las buenas obras. ¿Cómo te sirves de estos medios? Sin emplearlos bien, es imposible que llegues a tu fin. Quieres ir al cielo y no tomas su camino; ¿dónde está, pues, tu prudencia?

 

III. La verdadera prudencia exige que se sacrifique un bien de poca importancia para obtener un bien considerable. Por lo tanto, rehúsa a tu cuerpo las satisfacciones pasajeras de aquí abajo, a fin de que tu cuerpo y tu alma puedan gozar de una felicidad eterna. ¿Acaso no haces todo lo contrario? Envíame, oh Dios mío, tu divina sabiduría, a fin de que ella me acompañe, trabaje conmigo y me haga conocer la locura de la sabiduría humana.

 

 

 

La prudencia.

Orad por la conversión de los infieles.


viernes, 19 de mayo de 2023

MEDITACIÓN SOBRE LOS TRES GRADOS QUE HAY QUE SUBIR PARA LLEGAR A LA PERFECCIÓN.

 




 

I. Todos debemos tender a la perfección, cada cual en su estado. Tú, que estás en el mundo, observa por lo menos los mandamientos de Dios y de la Iglesia, no cometas nunca pecado mortal alguno y practica buenas obras: he ahí lo que Dios te pide; si lo haces, te salvarás. ¿Hay acaso algún mandamiento de Dios que no puedas cumplir? Tu avaricia y tus pasiones exigen de ti cosas mucho más difíciles, y tú las obedeces.

Es el demonio quien manda, ¡y se le escucha! (Tertuliano).

 

II. Para ser perfecto, no hay que contentarse con guardar los mandamientos, también hay que seguir los consejos que Jesucristo ha dado en el Evangelio: vivir en la pobreza, en la castidad y en la obediencia; éstos son tres votos que nos desapegan del mundo y de nosotros mismos para unirnos estrechamente al Señor. ¿Tú, a quien Dios ha concedido la gracia de llamar a su casa, con cuánta fidelidad cumples lo que le has prometido tan solemnemente?

 

III. Las almas que quieren llegar a la cumbre de la perfección no sólo siguen los mandamientos y los consejos evangélicos; son también fieles a las inspiraciones secretas por las cuales Dios les manifiesta su voluntad. Dios tiene grandes proyectos sobre ti: escucha lo que te dice en el fondo del corazón, no resistas las gracias particulares que te concede. No basta evitar el mal, es preciso también hacer el bien.

Aquél que conoce el bien y no lo practica, comete pecado (Santiago).

 

 

El deseo de la perfección.

Orad por la Orden de los Celestinos.


jueves, 18 de mayo de 2023

“CON CRISTO O CONTRA CRISTO” por el R. P. Joaquín Sáenz y Arriaga. (Primera parte “2 de 2”)

 




Nota de Nicky Pío: Después de estas dos publicaciones de la primera parte, vendrán si Dios quiere, dos publicaciones de la segunda parte completando así el pensamiento anti-Católico expuesto por la revista LOOK. Luego vamos a publicar los comentarios (refutaciones contra el error) del R. P. Joaquín Sáenz  y Arriaga a dicha publicación. Por último siempre que María Santísima nos ampare, voy a terminar con un comentario final y un material adicional.

 

   Si la inviolabilidad de la Sagrada Escritura era el problema más grave de la polémica en Roma, la guerra entre “Árabes e Israelíes” planteaba en el Oriente otro grave problema. El Israel de Ben-Gurión, según el punto de vista de la Liga Árabe, así como la China de Mao en el mundo fuera de Taiwán, realmente no existe. O solamente existe como un hueso atorado en la garganta de Nasser. Si el Concilio se atrevía a hablar en favor de los judíos, los Obispos Árabes verían el orden espiritual comprometido y sojuzgado por el orden político.

   El siguiente paso sería luego el intercambio de diplomáticos, en una noche entre el Vaticano y Tel Aviv. Esta era una crisis que la Liga Árabe pensó poder superar con diplomacia. Los Estados Árabes, en contradicción con la política de Israel, tenían ya entonces algunos embajadores en la Corte Papal. Ellos tenían la consigna de recordar, de la manera más política, a la Santa Sede, que alrededor de 2.756,000 católicos romanos viven en las tierras árabes y mencionar también que 420 mil católicos Ortodoxos, separados de Roma, a los que el papado espera atraer, son también súbditos de los países árabes. Obispos de estas dos ramas del catolicismo podían ser asociados para representar sus intereses ante la Santa Sede. Era demasiado pronto para las amenazas. En vez de esas amenazas los árabes importunaron a Roma para hacerle ver que ellos no podían ser ni antisemitas ni antijudíos. Los árabes, decían, también somos semitas y, entre nosotros, viven y han vivido miles de judíos refugiados. Los patriotas Árabes son solamente anti-sionistas, porque, para ellos, el sionismo es un complot que pugna por establecer el estado judaico en el centro del Islam.

   En Roma, la opinión sostenida por el Medio-Oriente y los elementos conservadores era que cualquier declaración acerca de los judíos sería inoportuna. Pero en Occidente, en donde solamente en Nueva York, viven 225,500 judíos más que en todo el Estado de Israel, la opinión dominante era que el hacer a un lado esta declaración significaría para el mundo una gran calamidad. Y en este atolladero intervino la ingenua y corpulenta personalidad de Juan XXIII, no para zanjar la disputa, sino más bien para prolongarla. Con una manera de pensar muy suya, el Papa estaba jugando con una idea, que la Curia Romana consideraba grotesca: los credos no católicos deberían enviar sus observadores al Concilio.

   La perspectiva de ser invitados no causó ninguna crisis entre los protestantes, pero francamente no fue del agrado de los judíos. Para que acudiesen al llamado pontificio se sugirió a algunos judíos que la teología católica estaba relacionada con la teología judía; pero para permanecer afuera, después de esa invitación, se les hizo notar que los judíos no podían tener particular interés en ningún acercamiento a los católicos, mientras algunos católicos estrechasen las manos del anti-semitismo.

   Cuando se supo que la declaración de Bea, enviada para su votación en la Primera Sesión del Concilio, contenía una clara refutación del cargo del Deicidio, el Congreso Mundial Judío hizo correr en Roma la noticia de que el Dr. Haim Y. Vardi, ciudadano del Estado de Israel, asistiría al Concilio como un observador no oficial. Pudiera ser que estos hechos no estuviesen entre sí relacionados, pero es indudable que parecen estarlo. Con estas noticias, se escucharon, en tono más alto, otros reportazgos. Los árabes se quejaron a la Santa Sede. La Santa Sede respondió que ningún israelí había sido invitado. Los israelíes negaron que ellos hubiesen nombrado a ningún observador para el Concilio. Los judíos de Nueva York pensaron que un judío americano podría ser el observador. En Roma todo terminó con un cambio en la agenda que hiciese manifiesto a todos los hechos de que la declaración en favor de los judíos no sería puesta a discusión del Concilio en aquella sesión.

   Sin embargo, los Obispos tuvieron, fuera del Concilio, abundante lectura relacionada con los judíos. Una agencia publicitaria, suficientemente cercana al Vaticano para tener la dirección en Roma de los 2,200 Cardenales y Obispos que de afuera habían acudido al Concilio, entregó a cada uno de ellos un libro de 900 páginas “Il Complotto contra la Chiesa” (El Complot contra la Iglesia). Entre las infamatorias páginas del libro, había algunos vestigios de verdad. La afirmación que dicho libro hace de que la Iglesia había sido infiltrada por los judíos, era una intriga eficaz para los anti-semitas; pero, es un hecho innegable que muchos judíos, ordenados de sacerdotes, estaban trabajando en Roma para obtener esa declaración en favor de los judíos. Entre ellos estaba el Padre Baum, como también Mons. Juan Oesterreicher, miembros del Secretariado de Bea. Y el mismo Cardenal Bea, según el Diario del Cairo “Al Gomhuria”, era un judío llamado Behar.

miércoles, 17 de mayo de 2023

Descargar desde MEGA "Historia de SAN PASCUAL BAILÓN"

 




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MEDITACIÓN SOBRE LA SALUD Y LA SANTIDAD.

 




I. Amamos naturalmente la vida y tememos la muerte; así, nada ahorramos por conservar la salud del cuerpo: nos dejamos sangrar, cortar los miembros, ayunamos, tomamos medicinas amargas. ¿No serías un gran santo si hicieses por el cielo una parte siquiera de lo que haces por la tierra? Pero, ¡ay!, uno hace todo por el cuerpo y nada por el alma; hacemos todo por conservar una vida que nos es común con los animales y nada por vivir eternamente.

Cada día declinamos, cada día nos morimos, y nos creemos eternos (San Jerónimo).

 

II. Debes moderar ese deseo que tienes de vivir mucho tiempo. Por corta que sea tu vida, bastante larga será si la quieres emplear bien. Cuanto más se prolongue tu vida tanto más terrible será la cuenta que debas dar a Dios. Y no te quieras persuadir de que al envejecer te harás más virtuoso: el agotamiento de tus fuerzas, las enfermedades y los hábitos más inveterados te harán más difícil que nunca la práctica de la virtud.

 

III. Si amas la vida y la salud, ama la virtud y la santidad. La sobriedad, el ayuno, la templanza, mucho más sano te habrán de conservar que las prescripciones y regímenes de los médicos. Reprime tus pasiones: la intemperancia y los excesos han hecho morir a una infinidad de personas; el ayuno y la austeridad han hecho vivir a los antiguos anacoretas hasta una extrema vejez, sin enfermedades y sin incomodidad. En fin, las enfermedades son a menudo el castigo de tus pecados al mismo tiempo que un remedio para las llagas de tu alma.

Dios las envía para curarte, pero lo hace según su juicio, sin consultar al enfermo (San Agustín).

 

La mortificación.

Orad por las vírgenes.


lunes, 15 de mayo de 2023

¿Qué son los masones y demás sectarios?


 


   Veamos lo que son los masones, que tomamos como el prototipo de todos los sectarios, por ser ellos los que han organizado y dirigen el movimiento anticlerical con que agitan hoy al mundo.

   El masón es, en primer lugar, un hombre que blasonando de libre, se liga con juramentos terribles a una asociación cuyos fines desconoce en el momento de entrar en ella, y a la que ha de prestar ciega obediencia, cualesquiera que sean sus mandatos.

   Es un hombre, además, que alardeando de ser despreocupado y enemigo de toda superstición, se entrega a las más ridículas y depresivas ceremonias, incluso la de ponerse en cuatro pies en plena sesión de logia, como sucede con los afiliados al grado 22 del rito escocés de la secta masónica.

   Es también un hombre que diciendo profesar los principios del libre examen, está obligado, por los juramentos que a ciegas hace, a no profundizar los misterios de la secta, hasta el punto de estarle severamente prohibido leer los rituales de los grados superiores a aquel que le ha sido confiado en la logia.

   Se le dice que todos los hombres son iguales y luego se le obliga a acompañar con antorchas, cuando entran o salen del templo masónico, a los masones de grados superiores al suyo, y se le veda sentarse en el sitio reservado a esos masones y a callar inmediatamente que el venerable de su logia o el vigilante de quien dependen da Un golpe con el mazo o mollete sobre la piedra triangular que dichos dignatarios de logia tienen en la mesilla, también triangular, ante la que se hallan sentados.

   Se dice partidario de la publicidad y acude a sitios escondidos, y es tal el secreto que tiene que guardar en todo lo que se refiere a los asuntos masónicos, que al final de cada sesión se le hace jurar por el venerable de la logia, no revelar a nadie lo que se ha tratado en ella.

   Consta en los estatutos de la secta, para uso de los que no están verdaderamente iniciados en sus rituales secretos, que la masonería no se ocupa en asuntos religiosos ni políticos y sí únicamente en obras benéficas, y no hay movimiento antirreligioso y revolucionario que no haya sido organizado por las logias (Nota de Nicky Pío, es necesario aclarar que esta abominable secta es creación pura de la Sinagoga de Satanás, de la misma forma, que creó el marxismo  como consta en abundante literatura Católica y Judía, los mismos masones de alto grado saben que sólo son  instrumento de un poder mayor. Sólo sabiendo quienes son sus amos se puede entender a la masonería y al mismo marxismo, así como a todas sus revoluciones. Si la providencia lo permite, voy a clarificar el tema en futuras publicaciones, pues el temor de recibir represalias hace que los que saben callen la verdad. Y sólo la verdad los hará libres… Todo sea A.M.D.G). Ellas mismas se jactan de haber movido la pluma de los enciclopedistas del siglo XVIII, a ellas pertenecieron Voltaire, Rousseau, Diderot y D’Alembert, cuyos abominables trabajos para arrancar la fe de los individuos y de los pueblos, aún sirven de pauta a todos los enemigos de la Iglesia de Dios en estos tiempos; consideran, y no mienten, como obra suya la proclamación de los llamados derechos del hombre el año 1789, los horrores del terror en 1793, y hasta presentan como título de gloria el asesinato del rey Luis XVI de Francia, al que los masones de la Convención francesa contribuyeron con sus votos, obligando a que también votara el infame regicidio el duque de Orleans, primo de aquel infortunado monarca, y conocido en las logias con el mote masónico o nombre simbólico de Igualdad.

   Dice el masón que se ocupa en obras de beneficencia, pero es lo cierto que por los trabajos de la masonería, se decretó aquel infame latrocinio conocido con el nombre de desamortización eclesiástica, que redujo a la más espantosa miseria a millones de desgraciados que en todo el mundo recibían el socorro de la Iglesia, por medio de obras pías, con cuyos fondos se enriquecieron los masones que antes no tenían, como se dice vulgarmente, sobre qué caerse muertos.

   Hoy mismo tenemos una prueba de la filantropía masónica en las leyes de persecución y de despojo contra las congregaciones religiosas, presentadas por la Cámara de diputados de Francia y pendientes de aprobación en el Senado de la susodicha nación.

   De aprobarse esas leyes, se triplicaría cuando menos el presupuesto de la llamada Asistencia pública, o sea la beneficencia oficial, sopena de dejar morirse de hambre a cientos de millares de pobres, que será lo más probable; pero en cambio los quinientos millones de francos en que han sido valuados los bienes de dichas congregaciones, vendrán a aumentar el peculio de los compadres de las logias, que por poco más de un pedazo de pan, como decirse suele, adquirirán productivas fincas que les permitirán vivir en la holganza, que tan sin fundamento echan en cara a los religiosos, a costa de los sudores de éstos, que a fuerza de trabajos y de constancia habían logrado reunir ese patrimonio, no para ellos, sino para socorrer las necesidades de los desvalidos e indigentes. Con lo cual se cometerá un doble fraude; aquel de que serán víctimas los pobres, cuyo patrimonio servirá para satisfacer las codicias de los masones listos, y el que se cometerá comprando por uno lo que vale diez, como sucedió en España con las desamortizaciones eclesiásticas, gravando además los intereses de los contribuyentes, a los que se exigirán mayores tributos para satisfacer los mayores gastos de la beneficencia oficial, qué hasta aquí se han venido sufragando con esos bienes de las congregaciones religiosas que han excitado la codicia de las logias.

 

“APOSTOLADO DE LA PRENSA”