Sor Lucía pidió al
Cielo algunas aclaraciones acerca de esta devoción y así, preguntó a Nuestro
Señor durante la visión del 29 al 30 de mayo de 1930: “¿Por qué cinco sábados?”, y fue ésta la respuesta:
“Hija
mía, la razón de ello es sencilla. Hay cinco especies de ofensas y blasfemias
que se profieren contra el Corazón Inmaculado de María:
1.
Las blasfemias contra la Inmaculada Concepción.
2.
Las blasfemias contra su virginidad.
3.
Las blasfemias contra su maternidad divina, rechazando al mismo tiempo
reconocerla como Madre de los hombres.
4.
Las blasfemias de aquellos buscan públicamente sembrar en los corazones de los
niños la indiferencia o el menosprecio, o hasta el odio hacia esta Madre
Inmaculada.
5.
Las ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus santas imágenes.
He aquí, hija mía, el motivo por el cual el
Corazón Inmaculado de María me ha inspirado pedir esta pequeña reparación y, en
consideración a ella, conmover mi misericordia para perdonar a las almas que
han tenido la desgracia de ofenderla. En cuanto a ti, procura sin cesar, por
tus oraciones y sacrificios, conmover mi misericordia hacia estas pobres
almas.”