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miércoles, 27 de enero de 2021

Fenómenos místicos extraordinarios (de orden corporal) – Perfume Sobrenatural – Por el R. P. Fray. Antonio Roy Marín. O.P.

 




EL PERFUME SOBRENATURAL

 

   El hecho. —Consiste este fenómeno— conocido técnicamente con el nombre de osmogenesia— en cierto perfume de exquisita suavidad y fragancia que se escapa a veces del cuerpo mortal de los santos o de los sepulcros donde reposan sus reliquias. Acaso permite Dios este segundo aspecto del fenómeno como símbolo del “buen olor” de las virtudes heroicas que practicaron sus fieles servidores.

 

Casos históricos. —Se han dado multitud de casos entre los santos. Los más notables son los de Santa Ludwina, Santa Catalina de Ricci, San Felipe Neri, San Gerardo María Mayela, San Juan de la Cruz, San Francisco de Paula, Santa Rosa de Viterbo, Santa Gema Galgani y, sobre todo, San José de Cupertino, que en este fenómeno —lo mismo que en el de la levitación— va a la cabeza de todos.

 

   Vamos a describir un poco el caso de este último tal como lo resume el doctor Bon en su obra citada:

 

El P. Francisco de Angelis —uno de los testigos del proceso de beatificación— declara que no podía comparar el perfume que exhalaban su cuerpo y sus vestidos más que al del relicario que contenía los restos de San Antonio de Padua. El P. Francisco de Levanto lo comparaba al del breviario de Santa Clara de Asís, conservado en la iglesia de San Damián.

 

   Todas las personas cerca de las cuales pasaba nuestro Santo sentían este olor mucho tiempo después que él se había alejado. Su habitación estaba impregnada; se adhería a los muebles y penetraba en los corredores del convento; de suerte que los que querían visitarle, sin conocer su celda, podían distinguirla fácilmente por este olor, que era de tal modo penetrante, que se comunicaba por mucho tiempo a los que les tocaban o aun a los que les visitaban; así, el P. De Levanto lo conservó durante quince días después de una visita que le hizo en su celda, aunque no dejaba cada día de lavarse.

 

   La celda del Santo conservó este buen olor durante doce o trece años...; se adhería de tal modo a sus hábitos, que ni el jabón ni la lejía podían quitarlo. Se comunicaba a los hábitos sacerdotales que había llevado y a los armarios en que se guardaban. Este olor no producía ningún efecto desagradable incluso a los que no podían sufrir perfume alguno; por el contrario, les parecía suave en extremo”

 

   Entre los santos cuyas reliquias o sepulcros han exhalado suaves olores se citan a San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán, Santo Tomás de Aquino, San Raimundo de Peñafort, Santa Rosa de Lima, Santo Tomás de Villanueva, Santa Teresa, Santa Francisca Romana, la Beata Catalina de Raconixio y muchos más.

 

   Naturaleza del perfume. — Generalmente se trata de un aroma singular que no tiene nada de común ni parecido a los perfumes de la tierra. Los testigos que los experimentaron agotan todas las analogías y semejanzas para dar a entender la suavidad y fragancia de este perfume misterioso, y acaban por decir que se trata de un aroma inconfundible, de una suerte de emanación de la bienaventuranza eterna que no tiene nada comparable sobre la tierra.

 

   Hay un hecho histórico a este respecto. El perfumero de la corte de Saboya fué enviado al convento de la Bienaventurada María de los Ángeles para intentar reconocer la naturaleza del olor que exhalaba la sierva de Dios. Hubo de confesar que no se parecía a ninguno de los perfumes de acá abajo. Las religiosas, sus compañeras, solían llamarle “olor de paraíso o de santidad”

 

Explicación del fenómeno. —Vamos a darla en forma de conclusiones.

 

   Conclusión Primera: El fenómeno de los aromas exhalados por los santos no puede explicarse naturalmente.