Fragmento
del artículo del Padre Julio Meinvielle
“Claves
para entender el error progresista”
Ahora que se ha llegado al extremo, es decir
que la Cristiandad no existe, la naturaleza del hombre no es respetada. En la
revolución que se ha operado es tal el proceso de destrucción de la
civilización cristiana, que se está pensando unir al hombre sobre otra base
para llegar a la unificación total del mundo por medio de un gobierno mundial,
gobierno mundial que no va a respetar ni la naturaleza del hombre ni la sobre
naturaleza. En ese plan estamos
actualmente. Ese plan, el plan de la Revolución, lo han preparado las logias
masónicas desde hace siglos. En el siglo XVII aparece un personaje muy
importante, el cual ya profetizo, anuncio o hecho, mejor dicho, los
lineamientos de un nuevo poder social fundado en la Revolución. Ese personaje
es Amos Komenius.
¿Quién
era Komenius? Komenius había nacido en Moravia, de padres que pertenecían a
la comunidad de los Hermanos Moravos, que habían tomado ese nombre en 1575,
cuando se acordó el derecho de reunión. Eran sucesores directos de los husitas,
es decir de aquellos herejes que habían nacido en Praga y que fundaron el
primer régimen comunista, el más absoluto que fue instalado en Münster por los
anabaptistas bajo el nombre de Reino de Dios.
Todo eso fue desecho por los príncipes de
entonces y Komenius se retiró a Londres, se impregno de las obras de Bacón y de
los Rosacruces, fue a Suecia, estuvo con su amigo Luis de Greer, que era de la
secta de los Rosacruces, y después fue a Polonia; Y, como digo, Komenius
planificó lo que había de ser la sociedad. Hizo
esa planificación en la cultura por el Consejo de la Luz, en la política por un
Tribunal de Paz y en lo religioso por una Unión de Iglesias .Para realizar ese
plan, el plan de unificación total de la sociedad humana con un gobierno
también mundial, encontró que había dos grandes enemigos. Esto lo dejo escrito
en un libro que se llama “Lux in tenebris”
en 1657. Vamos a leer las páginas textuales en que denuncia a estos dos grandes
enemigos.
“El
Papa es el gran Anti-Cristo -dice Komenius- de la babilonia universal. La
bestia que va detrás del Anti-Cristo es el Imperio Romano, el Santo Imperio
Romano-Germano, y especialmente la casa de Austria. Dios no tolerara por más
tiempo estas cosas. Destruirá, por fin, el mundo de los impíos en un diluvio de
sangre. Al final de la guerra el papado y la casa
de Austria serán destruidas”.
De
modo que ya Komenius en el siglo XVII anuncia que los dos enemigos para llegar
al gobierno mundial, un gobierno de la Revolución, son el Papado y la casa de
Austria. El Papado, que representaba el poder espiritual, y el Santo
Imperio Romano-Germano, como símbolo o como resto del poder político universal
que venía de Constantino.
Este
plan de Komenius se va a ir cumpliendo inexorablemente poco a poco…
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