martes, 3 de mayo de 2022

BREVE PRÁCTICA DEL MES DE MAYO – CONSAGRADO A LA MADRE DE DIOS – POR D. FÉLIX SARDÁ Y SALVANY, PBRO. Año 1899. (Día 3 de Mayo)

 



IMPORTANTE: Para las oraciones de todos los días y el obsequio  (flores espirituales), ver publicación del 1 de Mayo.


III

María en su infancia. —Compensación por los años perdidos.

 

   Crecía la tierna Hija de Ana y Joaquín, y es de suponer que, como se dijo más tarde del Divino Jesús, adelantaba cada día en sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres. Veíala el Eterno y se complacía en esa delicada Flor, de la que esperaba muy en breve tan suaves como sazonados frutos.

   ¿En qué has empleado, alma mía, los años de tu niñez y juventud? ¿Para quién fueron aquellas primicias de la vida, aquella lozana flor de ella, aquella su deliciosa primavera? ¿No es cierto que tal vez las ofreciste al enemigo de tu alma y de tu Dios por la disipación, por la liviandad, o siquiera por la ociosidad y descuido en el divino servicio? Grave obligación te nace de ahí. Los años perdidos para Dios debes en adelante compensarlos con más extraordinario fervor y con abundantes obras de supererogación. No te limites a lo prescrito y mandado, pues tienes pendientes con Su Divina Majestad tales deudas y atrasos. Podrías en cierta manera regatearle al Señor tus obras voluntarias, cuando durante toda tu vida hubieses sido para con Él fiel y exacto pagador. Has de obrar ahora sin pararte en tasas y medidas, ya que largos tiempos de tu vida y los más preciosos se los has vilmente defraudado. Nuevo estímulo del fervor y de la devoción debe serte este recuerdo de los años robados al servicio de tu Señor. Aprovecha la vida que hoy se te da para tomar el desquite y saldar cuentas con el Divino Juez.

   Medita seriamente estas tremendas verdades, y ponte luego a los pies de María, pidiéndole decisión para trabajar en adelante con más ahínco en la obra de tu salvación.


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