Rezarla
por nueve mañanas consecutivas por lo que usted desea (no olvidar rezar también
por los que no rezan)
Oh San José, cuya protección es tan grande,
tan poderosa y eficaz ante el trono de Dios, en vuestras manos entrego todos
mis intereses y mis deseos.
¡Oh! San José, asistidme con vuestra
poderosa intercesión. Obtened para mí, de vuestro Divino Hijo, Nuestro Señor,
todas las bendiciones espirituales que necesito. A fin de que, habiendo
conseguido, aquí en la tierra, la ayuda de vuestro poder celestial, pueda
ofrecer mi gratitud y homenaje, al Padre más Amoroso Oh San José, nunca me
cansaré de contemplaros con el Niño Jesús dormido en vuestros brazos. No me
atrevo a acercarme mientras que el Niño reposa sobre vuestro corazón. Abrazadle
fuertemente en mi nombre; y de parte mía, besad su fina y delicada Cabecita.
Luego, suplicadle que me devuelva ese beso a la hora de mi último suspiro. San
José, patrón de los moribundos, rogad por nosotros.
Amén.
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