I.
Hay que buscar a Dios en todos nuestros actos, siguiendo el ejemplo de María
Salomé que lo siguió durante su vida, lo buscó en el Calvario y lo honró en la
tumba. Fuera de Dios, ¿hay acaso algo en este mundo
que merezca tus cuidados y afanes? Todo el resto
pasa; todo el resto ha sido creado para tu uso y no para ser tu último fin. Los
bienes del mundo son vanos y falaces, sólo sus males son verdaderos.
II.
Estas santas mujeres fueron con prontitud y muy de
mañana al santo sepulcro para buscar en él a Jesús. Imítalas, conságrate a Dios
desde tu juventud, o, si por desgracia has dado al mundo los más hermosos días
de tu vida, di con David: Señor, no te acuerdes de las faltas e ignorancias de mi
juventud. ¡Ay! Son grandes y numerosas, porque no usé sino para ofenderos la
inteligencia y la libertad que me disteis para conoceros y para amaros. Desde que pude ofenderos, no he cesado de cometer pecados y
realizar obras malas (San Bernardo).
III. ¿Quieres encontrar a Jesús y gozar de los consuelos de su divina
presencia? Búscalo en el Calvario y en la
tumba; búscalo con lágrimas y gemidos, porque lo has perdido entregándote a los
placeres prohibidos. Mundanos, regocijaos tanto como os plazca, yo quiero
buscar a Jesús en los sufrimientos; porque si lo busco en las aflicciones
durante mi vida, lo encontraré en la gloria después de mi muerte. Si nos regocijamos con el siglo, es de temer que lloremos
igualmente con él (Tertuliano).
Meditad en la Pasión de
N.S.J. Orad por vuestros
enemigos, ellos son también son hijos de
Dios, y de María Santísima. (Nicky Pío reza todos los días por los que los persiguen cómo manda N.S.J)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.