Aclaraciones de Nicky Pío: Estoy
utilizando para esta parte del Evangelio Según San Mateo, la versión de la Vulgata Latina del Dr. D.
Torres Amat. Publicada por la Pía Sociedad de San Pablo. Año 1939. Los
cambios de fuente (letra) y las negritas no son mías, sino que así se puede
leer del libro físico. Ya que no es una versión digital de la cual tome este
fragmento. Para los tiempos que vivimos es de suma importancia la lectura de las Sagradas Escrituras.
5. A estos doce envió Jesús dándoles las siguientes instrucciones: No vayáis ahora a tierra de gentiles, ni tampoco entréis en poblaciones de samaritanos. 6. Más id antes en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7. Id y predicad, diciendo que se acerca el reino de los cielos. 8. Y en prueba de vuestra doctrina, curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios. Dad graciosamente lo que graciosamente habéis recibido. 9. No llevéis oro, ni plata, ni dinero alguno en vuestros bolsillos. 10. Ni alforja para el viaje, ni más de una túnica y un calzado, ni tampoco bastón u otra arma para defenderos; porque el que trabaja merece que le sustenten.
11. En cualquiera ciudad o aldea en que
entrareis, informaos bien quién hay en ella hombre de bien o que sea digno de
alojaros, y permaneced en su casa hasta vuestra partida. 12. Al entrar en la
casa, la salutación ha de ser: La paz, sea en esta casa. 13. Que si la casa la
merece, vendrá vuestra paz a ella más si no la merece vuestra paz se volverá
con vosotros. 14, Caso que no quieran recibiros, ni escuchar vuestras palabras,
saliendo fuera de la tal casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15.
En verdad os digo que Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor en el día
del juicio, que no la tal ciudad.
16. Mirad que yo os envío como ovejas en
medio de lobos; por tanto habéis de ser
prudentes como serpientes y sencillos como palomas. 17. Recataos empero, de
los tales hombres pues os delatarán a los tribunales, y os azotarán en sus
sinagogas; 18. Y por mi causa seréis conducidos ante los gobernadores y los
reyes para dar testimonio de mí a ellos y a las naciones. 19. Si bien cuando os
hicieren comparecer, no os dé cuidado el cómo o lo que habéis de hablar, porque
os será dado en aquella misma hora lo que hayáis de decir. 20. Puesto que no
sois vosotros quien habla entonces, sino el Espíritu de vuestro Padre, el cual
habla por vosotros. 21. Entonces un hermano entregará a su hermano a la muerte
y el padre al hijo y los hijos se levantarán contra los padres y los harán
morir. 22. Y vosotros vendréis a ser odiados de todos por causa de mi nombre;
pero quien perseverare hasta el fin, éste se salvará. 23. Entre tanto, cuando
en una ciudad os persigan, huid a otra. En verdad os digo que no acabaréis de
convertir las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre. 24. No es
el discípulo más que su maestro, ni el siervo más que su amo. 25. Baste al
discípulo el ser tratado como su maestro, y al criado como a su amo. Si al
padre de familia le Han llamado Beelzebud, ¿cuánto más a sus domésticos? 26.
Pero por eso no les tengáis miedo; porque nada está encubierto que no se haya
de descubrir, ni oculto que no se haya de saber. 27. Lo que os he dicho de
noche, decidlo a la luz del día; y lo que os digo al oído, predicadlo desde los
terrados. 28. Nada temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma: temed antes al que puede arrojar alma y
cuerpo en el infierno. 29. ¿No es así que dos pájaros se venden por un
cuarto, y, no obstante, ni uno de ellos caerá en tierra sin que lo disponga
vuestro Padre? 30. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
31. No tenéis, pues, qué temer; valéis vosotros más que muchos pájaros. 32. En
suma: a todo aquel que me reconociere y Confesare por Mesías
delante de los hombres, yo también le
reconoceré y
me declararé por él delante
de mi Padre que está en los cielos. 33. Más a quien me negare delante de
los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
34. No
tenéis que pensar que yo haya venido a traer la paz a la tierra: no he venido a
traer la paz, sino la guerra, (1).
35. Pues he venido a separar al hijo de su padre, y a la hija de su madre, y a
la nuera de su suegra; 36. Y los enemigos del hombre serán las personas de su
misma casa. 37. Quien ama al padre, o a
la madre más que a mí, no merece ser mío; y quien ama al hijo o a la hija
más que a mí, tampoco merece ser mío. 38. Y
quien no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. 39. Quien a costa de su alma conserva
su vida, la perderá; y quien perdiere su vida por amor mío, la volverá a
hallar.
40. Quien a vosotros recibe, a mí me recibe;
y quien a mí me recibe, recibe a aquel, que me ha enviado a mí. 41. El que
hospede a un profeta en atención a que es profeta, recibirá, premio de profeta;
y el que hospeda a un justo en atención a que es justo, tendrá galardón de
justo.
42. Y cualquiera que diere de beber a uno de
estos pequeñuelos un vaso de agua fresca solamente por razón de ser discípulo
mío, os doy mí palabra que no perderá su recompensa.
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