Queridos amigos de este blog, recomiendo la lectura de este material válido para
cualquier país católico del mundo, pues su contenido es una constante aplicable
en todos los casos. Infórmense debidamente o no van a entender jamás los acontecimientos que se vienen sucediendo y que tanto mal hacen, a la Iglesia y
a la sociedad católica. Resalto una vez más la íntima relación entre masonería
y comunismo. Luego hablaremos a quienes están subordinados ambos.
“El
Episcopado Argentino en su Reunión Plenaria, ante las diversas manifestaciones
hechas en la prensa por la masonería, se siente en la obligación de hacer una
pública declaración en cumplimiento de la recomendación de S.S. León XIII”: “Lo
primero que procuraréis hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que
sean conocidos tales cuales son” (Encíclica
“Humanum Genus”).
Los Papas, pilotos
supremos e infalibles de la civilización, comprendieron el peligro que
amenazaba al mundo a través de las sectas y lo señalaron desde la primera hora
declarando palmariamente la conjuración satánica que se cernía sobre la humanidad.
Desde Clemente XII, en
su Encíclica “In Emminenti” de 1738,
hasta nuestros días, reiteradamente
los soberanos Pontífices han condenado las sectas masónicas, y el Código de
Derecho Canónico señala: “Los que dan su
nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género incurren en
excomunión” (Canon 2335).
El 24 de julio de 1958
(en la Octava Semana de Formación Pastoral), S.S. Pío XII señaló como “raíces de la apostasía moderna, el
ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y
la masonería, madre común de todas ellas”.
Doctrina y fines de la masonería
El inmortal Pontífice
León XIII, en la carta Encíclica
“Humanum Genus” ––condenatoria de la masonería–– al afirmar que “junto al reino de Dios en la tierra, que
es la verdadera Iglesia de Cristo, existe otro reino, el de Satán, bajo cuyo
imperio se encuentran todos los que rehúsan obedecer a la ley divina y eterna y
acometen empresas contra Dios, o prescinden de Él”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen
al segundo de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la
mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los
masones. Audazmente se animan ––continúa el Papa–– contra la Majestad de Dios y
maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa iglesia, y esto con el
propósito de despojar enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios
que les granjeó Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice León XIII: “Entre los
puntos de doctrina en que parece haber influido en gran manera la perversidad
de los errores masónicos se hallan las enormidades sostenidas por los
socialistas y comunistas y los ataques contra la verdadera y genuina noción de
la familia cristiana, la cual tiene su origen en el matrimonio uno e
indisoluble; y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de la
potestad política modelada según los principios de la sabiduría cristiana.
Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de
frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus
intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza
maléfica e impedir así el contagio de su funesta peste. Hay varias sectas
––anota el Papa–– que si bien diferentes en nombre, forma y origen, se hallan
sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos y afinidad entre
sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta masónica: especie de
centro de donde todas ellas salen y adonde todas vuelven”.
“Su
último y principal intento no es otro que el de destruir hasta los fundamentos
todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo; levantando, a
su manera, otro nuevo fundamento y leyes sacadas de las entrañas del
Naturalismo , el cual sostiene que la naturaleza y la razón humana ha de ser en
todo maestra y soberana absoluta”. Luego, el Papa enumera
algunos intentos masónicos por los cuales los sectarios “niegan toda divina revelación, atacan con saña a la Iglesia Católica,
cuyo deber propio es guardar y defender en incorrupta pureza el depósito de las
doctrinas reveladas por Dios; propugnan la separación de la iglesia y el
Estado, fomentan el indiferentismo religioso, sostiene la igualdad de todos los
cultos, privan a la Iglesia de su libertad, propician la educación laica
obligatoria, con exclusión de toda idea religiosa, el matrimonio civil, el
divorcio absoluto y el ateísmo de estado” (Encíclica “Humanum Genus”).
Medios recomendados en la actualidad por la masonería
En 1958, en la cuarta
conferencia Interamericana de la Masonería, realizada en Santiago de Chile, se
manifestó que, “La Orden presta ayuda a
sus adeptos para que puedan alcanzar altas jerarquías en la vida pública de las
naciones”; y luego se desarrolló el temario titulado: “Defensa del laicismo”. Señalóse a continuación la nueva táctica de la masonería
con la que coinciden también las últimas consignas del comunismo internacional.
Los masones deben procurar el laicismo en todos los órdenes y los
comunistas la subversión del orden social como terreno apto para sus intentos
finales. La consigna es la siguiente: “Intensificar
la campaña laicista por intermedio de los diversos partidos políticos
influenciados. Tratar de apaciguar la alarma de la Iglesia Católica contra la
masonería evitando la acción masónica directa. Incrementar la acción conducente
al quebrantamiento de la unidad de los movimientos obreros, para apresurar
luego su copamiento. La masonería y el comunismo
persiguen momentáneamente el mismo objeto
en América latina; por lo cual debe
procurarse la mayor armonía en la acción, sin que aparezca públicamente su
alianza”.
Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal
Una prueba de todo esto
tenemos en el “Segundo Congreso
Internacional por la Fraternidad Universal”.
La masonería mundial y el comunismo se aprestan a realizar en la ciudad de
Montevideo, el denominado “Segundo
Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”. Es éste un congreso
masónico de inspiración comunista que aspira a hacer servir los fines masónicos
de “fraternidad universal” a la
expansión del comunismo soviético internacional. Se realizará este congreso en
los días de la próxima Semana Santa (del 26 al 28 de marzo) y se propone
aprestarse para “luchar por la confraternidad
humana y la paz del mundo”. Dos lemas en que ocultan sus perversas intenciones la
Masonería y el Comunismo.
Masonería y Comunismo
“El
Marxismo y la Masonería tienen el ideal común de la felicidad terrestre. Un
masón puede aceptar enteramente las concepciones filosóficas del marxismo.
Ningún conflicto es posible entre los principios del marxismo y de la
masonería”: lo afirma el gran Maestre de la Masonería de París.
Para lograr sus fines,
la masonería se vale de la Alta Finanza, de la alta política y de la prensa
mundial; el marxismo se vale de la revolución en lo social y económico contra
la patria, la familia, la propiedad, la moral y la religión.
Los masones cumplen su fin con medios secretamente subversivos; los comunistas con medios abiertamente
subversivos. La masonería mueve a las minorías políticas sectarias; el
comunismo se apoya en una política de masas, explotando los anhelos de justicia
social.
Todo
argentino, pero principalmente la juventud, debe saber que Catolicismo y
Masonería son términos que se contradicen y excluyen absolutamente como el
Cristo y el Anticristo. Y también debe saber que el
liberalismo o laicismo, en todas sus formas, constituyen la expresión
ideológica propia de la masonería.
Poco importa que muchos
liberales no sean masones; hay
instrumentos lúcidos e instrumentos ciegos. Lo importante es que unos y
otros colaboran objetivamente en la destrucción de la Iglesia de Cristo y del
orden católico de la República.
Lo que mueve toda la acción de la masonería es, en última
instancia, el
odio a Cristo y a todo lo que lleva su nombre en las almas y en las
instituciones humanas. Su objetivo final es la
destrucción de lo católico y de todo lo que se fundamenta o inspira en su
doctrina.
La Iglesia de Cristo ha
presidido todas las funciones de la patria misma. Ella está presente ––vigilante
y actuante–– en todos los hechos trascendentes y decisivos de nuestra historia.
Católico es el origen, la raíz y la esencia del ser argentino. Quiere decir que
atentar contra lo católico es conspirar contra la Patria.
Más todavía, la
disminución de la fe en el pueblo argentino comporta a la vez una disminución
de su patriotismo.
De
ahí que la defensa de la Fe Católica y la
restauración de la Patria en Cristo sea la forma más pura y plena de servir a
la Patria. La impiedad masónica, por el contrario, es causa de indiferencia,
desprecio y deslealtad hacia la Patria.
A los padres y madres de familia
A los padres y madres
de familias cristianas, asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen
en sus hijos la prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente
la educación de sus hijos, que son también hijos de Dios.
Frente
a las insinuaciones del mal y del engañoso y falso modo de proceder de las
sectas, ejerzan la patria potestad y cumplan
sus sagrados compromisos contraídos cuando presentaron sus hijos a la Iglesia
para que fueran hechos hijos de Dios por el Bautismo.
A todos los argentinos
A cuantos sienten en su
pecho el amor a la Patria les señalamos como enemigos de nuestras tradiciones y
de nuestra futura grandeza, la masonería y el comunismo que aspiran a la
destrucción de cuánto hay de noble y sagrado en nuestra tierra. +
Dado
en “Villa San Ignacio”, San Miguel, a veinte días del mes de febrero y año del
Señor de mil novecientos cincuenta y nueve.
Antonio Cardenal
Caggiano, Obispo de Rosario y Presidente de la Asamblea Plenaria del Episcopado
Argentino ; Fermín E. Lafitte, Administrador Apostólico de Buenos Aires S.P. ;
Nicolás Fasolino, Arzobispo de Santa Fe ; Zenobio L. Guilland, Arzobispo de
Paraná ; Roberto J. Tabella, Arzobispo de Salta ; Audino Rodriguez y Olmo,
Arzobispo de San Juan ; Antonio J. Plaza, Arzobispo de La Plata ; Germiniano
Esorto, Arzobispo de Bahía Blanca ; Juan Carlos Aramburu, Arzobispo de Tucumán
; Ramón J. Castellano, Arzobispo de Córdoba ; Leopoldo Buteler, Obispo de Río
Cuarto ; Carlos F. Hanlon, Obispo de Catamarca ; Froilán Ferreyra Reynafé,
Obispo de La Rioja ; Francisco Vicentin,
Obispo de Corrientes ; Enrique Muhn, Obispo de Jujuy ; Anunciado Serafini,
Obispo de Mercedes ; José Weimann, Obispo de Santiago del Estero ; Alfonso
Buteler, Obispo de Mendoza ; Emilio Di Pasquo, Obispo de San Luis ; Silvino
Martínez, Obispo de San Nicolás de los Arroyos ; Manuel Marengo, Obispo de Azul
; Enrique Rau, Obispo de Mar del Plata ; José Borgatti , Obispo de Viedma ;
Agustín A. Herrera, Obispo de Nueve de Julio ; Miguel Raspanti, Obispo de Morón
; Carlos M. Pérez, Obispo de Comodoro Rivadavia ; Jorge Kemerer, Obispo de
Posadas ; Jorge Chalup, Obispo de Gualeguaychú ; Jorge Mayer, Obispo de Santa
Rosa ; Antonio M. Aguirre, Obispo de San Isidro ; Alberto Deane, Obispo de
Villa María ; Pacífico Scozzina, Obispo de Formosa ; José Marozzi, Obispo de
Resistencia ; Juan José Iriarte, Obispo de Reconquista ; Alejandro Schell,
Obispo Coadjutor de Lomas de Zamora .
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