martes, 25 de julio de 2017

DEMONIOS – Por Cornelio Á Lápide. (Parte II)




¿Por qué ha salvado Dios al  hombre y no al ángel?

   Los santos Padres indican cinco causas principales que han hecho que el perdón se negara al ángel y se concediera al hombre.

   La primera es que el hombre ha pecado por fragilidad de la carne; mientras que el ángel, no teniendo cuerpo, no tenía esta fragilidad...

   La segunda es que el ángel ha pecado sin ser tentado por nadie; mientras que el hombre ha sido tentado y seducido por el demonio...

   La tercera es que no ha caído toda la raza de los ángeles, sino sólo parte de ellos; mientras que en la persona de Adán toda la naturaleza humana ha caído. La posteridad de Adán no era indigna del perdón, puesto que no había tomado parte con su voluntad en el pecado del primer hombre. Asi lo siente San Agustín...

   La cuarta es que el ángel, a causa de su gran inteligencia, ha pecado con plena voluntad y malicia; mientras que el hombre, dotado de una inteligencia más escasa, ha pecado por debilidad y obedeciendo a un impulso extraño, más bien que por una voluntad muy deliberada y por malicia...

   La quinta es que el ángel ha sido creado en el más alto grado de honor que pudiera alcanzar mientras estaba aún en el camino del mérito, y debía ser confirmado en gracia por la contemplación de su Criador. El hombre, por el contrario, había sido creado en un orden inferior. Colocado en la tierra, destinado a multiplicar su raza antes de llegar a mejor vida, se hallaba más apartado de la bienaventuranza...

El demonio es homicida.

   Vosotros sois hijos del diablo, dijo Jesucristo a los escribas y fariseos, orgullosos y criminales, y asi queréis satisfacer los deseos de vuestro padre: El fué homicida desde el principio, y criado justo, no permaneció en la verdad  (Juan. VIII. 44).

   Con su rebelión, el demonio se dió la muerte… Ha sido homicida del primer hombre, y lo es de la raza humana… Hasta quería destruir a Dios, si hubiese podido, a fin de usurpar su puesto. Y lo que no ha podido hacer a Dios en el cielo, se lo ha hecho en la tierra, haciendo que los judíos matasen a Jesucristo...

   El demonio es el padre de la muerte; no ha engendrado jamás otra cosa más que la muerte. No sabe hacer vivir: como un ladrón hábil y feroz, no sabe más qne despojar, degollar y reírse de los crímenes que puede cometer...
El demonio es el padre de todos los crímenes y de todas las herejías.

   El que comete pecado, del diablo es hijo, porque el diablo continúa pecando desde el momento de su caída, dice el apóstol San Juan. El demonio es el príncipe del pecado, y el padre de todos los males, dice San Cirilo.

   El demonio es el autor de todos los crímenes, de todas las mentiras y de todos los errores: por esto es el padre de los herejes y de las herejías. Sin él jamás habría existido el pecado; y sin él, por consiguiente, jamás habría habido miserias, enfermedades, muerte e infierno; porque todas estas cosas terribles son la pena del pecado… Ningún ser es tan culpable, criminal, depravado e infame como lo es Satanás...

¿Por qué compara Jesucristo el demonio al relámpago y al rayo?

   Yo estaba viendo, dice Jesucristo a sus apóstoles, caer del cielo á Satanás A manera de relámpago (Luc. X. 18).

   Lucifer es comparado al relámpago y al rayo: a causa de su agilidad...; a causa de su poder para dañar...; porque llega pronto, pero pasa y desaparece de la misma manera, si no se le escucha...; porque aparece algunas veces bajo una forma brillante y pura: aunque rechazado, y despreciado y maldecido, se trasforma en ángel de luz...

¿Por qué es llamado león el demonio?

   Sed sobrios y velad continuamente, dice el apóstol San Pedro; porque el diablo, vuestro enemigo, anda girando al rededor vuestro como un león rugiente en busca de presa que devorar (1. V. 8).

   Satanás es llamado león; porque,  como el león, vela… Es cruel como el león… Ruge como el león… El león que se arroja sobre su presa, obedece a la ira, a la rabia, al hambre; y lo mismo sucede con el demonio: el león desprecia y pisotea las sobras de su presa; el demonio desprecia y pisotea a los que pervierte y mata… EI león se oculta para sorprender a su presa; el demonio también… El león se enfurece; Satanás también... El león huele mal; el demonio esparce por todas partes el mal olor de las pasiones y del pecado… El león y el demonio desean poder devorar… E1 león y el diablo rondan buscando su presa…10° El león ataca sobre todo a los animales de gran tamaño y poderosos, desprecia a los pequeños y a los débiles, no come más que lo que coge vivo; el demonio hace del justo su víctima privilegiada, ataca sobre todo a las almas más piadosas, más santas, más elevadas en virtud y más heroicas; desprecia los corazones cobardes y carnales… 11°. El león y el demonio se lanzan con más furor sobre el hombre cuando se ven heridos...



“Tesoros de Cornelio Á Lápide”

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