Tú que te abrigas en el retiro del Altísimo,
y descansas a la sombra del Omnipotente, di a Yahvé: “¡Refugio mío y fortaleza mía,
mi Dios, en quien confío!” Porque Él te
librará del lazo de los cazadores y de la peste mortífera. Con sus plumas te cubrirá,
y tendrás refugio bajo sus alas; su fidelidad es escudo y broquel.
No temerás los terrores de la noche, ni las
saetas disparadas de día, ni la pestilencia que vaga en las tinieblas, ni el estrago
que en pleno día devasta. Aunque mil caigan junto a ti y diez mil a tu diestra,
tú no serás alcanzado. Antes bien, con tus propios ojos contemplarás, y verás
la retribución de los pecadores.
Pues dijiste a Yahvé: “Tú eres mi refugio”,
hiciste del Altísimo tu defensa. No te llegará el mal ni plaga alguna se
aproximará a tu tienda. Pues Él te ha encomendado a sus ángeles, para que te
guarden en todos tus caminos. Ellos te llevarán en sus manos, no sea que lastimes
tu pie contra una piedra. Caminarás sobre el áspid y el basilisco; hollarás al
león y al dragón.
“Por cuanto él se entregó a Mí, Yo lo
preservaré; lo pondré en alto porque conoció mi Nombre. Me invocará, y le
escucharé; estaré con él en la tribulación, lo sacaré y lo honraré. Lo saciare
de larga vida, y le haré ver mi salvación.”
“LA SANTA BIBLIA” Mons. Dr. Juan Straubinger.
Hermoso Salmo que demuestra el amor de Dios hacia nosotros, lo rezo diariamente y se cumple todos los días, Gloria a ti Señor
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