jueves, 12 de julio de 2018

La verdadera humildad – Por San Francisco de Sales.





   Decimos frecuentemente que no somos nada, que somos la miseria y  la basura del mundo; pero acaso nos sentiríamos contrariados si alguien nos tomase la palabra y nos considerara públicamente  como decimos que somos. Por el contrario, hacemos ademán de retirarnos y de ocultarnos, mas es para que se vaya detrás de nosotros y se nos busque; aparentamos desear ser los últimos y sentarnos en el lugar postrero de la mesa, más para que se nos honre haciéndonos ocupar el primero. La verdadera humildad no adopta aire de tal, ni dice palabras humildes, porque no sólo desea ocultar las demás virtudes, sino también, y principalmente, busca el ocultarse a sí misma.

“Introducción a la vida devota”

1 comentario:

  1. Muy cierto...y ser humilde equivale a vivir conforme la Santa Palabra de Dios...oscuros al mundo y luz en tinieblas...

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