miércoles, 11 de abril de 2018

“ODIAR el error y AMAR la verdad” – Por el R.P. Guillaume Devillers.



   Existe una diferencia infinita entre el error y la verdad, porque la verdad lleva a la vida eterna y el error al suplicio eterno. Existe igualmente una diferencia infinita entre el bien y el mal. Por esa razón las pretensiones liberales no son más que delirios criminales: Delirio criminal de un estado neutro que da los mismos derechos al bien y al mal, al error y a la verdad. Delirio de las criminales libertades de prensa, de religión, etc. que están llevando la humanidad a su perdición. Delirio de los delirios la tan mentada “no discriminación” que pretende rehabilitar con todos los honores al error y al mal, o sea a Satanás, a sus pompas y a sus obras, es decir: a todas las perversiones habidas y por haber, incluyendo el horrendo crimen del aborto.

   Contra tales locuras, debemos tener el culto y el amor a la verdad, estudiarla, estudiar la doctrina eterna de la Iglesia, propagarla, ser apóstoles, luchar contra el error bajo todas sus formas. Porque la verdad es única e inmutable pero el error múltiple y siempre cambiante.

   El error reviste mil formas distintas, usadas por el demonio para engañar a los pobres hijos de Eva y arrastrarlos consigo a las llamas del infierno.

   La verdad es única, santa y hermosa.

   La verdad no es difícil de encontrar porque Dios hizo bien las cosas, nos dio la luz de la razón y nos iluminó con la luz de la revelación. Quien busca la verdad la encuentra.

   La verdad se ha encarnado y desde entonces tiene un nombre que es el santo nombre de Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Por lo tanto: Amor a la verdad, amor a Jesús y María.

   Guerra al error, ¡guerra a Satanás!


   FUENTE: Revista “Iesus Chistus” (septiembre – octubre de 2006). FSSPX.



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