Patrono
de las gargantas; veterinarios; animales; constructores; trabajadores de la
construcción; escultores; tejedores. Protector contra las enfermedades de la
garganta; tos; bocio; animales salvajes.
SAN BLAS, Obispo y Mártir
Si vosotros no hacéis
penitencia, todos pereceréis. (Lucas 13, 5)
SAN BLAS, Obispo y Mártir
San Blas, Obispo de Sebaste, deja su obispado
y se retira a una caverna para hacer en ella penitencia. Las bestias feroces
acuden a él, y cuando lo ven en oración, esperan que haya terminado de hablar
con Dios para pedirle su bendición. Los esbirros del gobernador van a
arrancarlo de su gruta para hacerlo morir en los tormentos.
MEDITACIÓN SOBRE LA SOLEDAD
I. Haz penitencia; y a fin de que esta
penitencia te sea más útil, busca la soledad a ejemplo de San Blas. Evita las
ocasiones en las que te acuerdas que has ofendido a Dios, no sea que a las mismas
causas sigan los mismos efectos. ¡Qué dulce es conversar a solas con Jesús!
¡Qué dulce apartarse de la muchedumbre! Gusta este placer y confesarás que
todas las delicias del mundo nada tienen igual. ¡Ah!
¡Cuán importuno resulta el bullicio del mundo para un alma que ha gustado la
dulzura de la soledad! El mundo es para mí una prisión y la soledad un paraíso (San Jerónimo).
II. Si tu posición te retiene en el mundo,
que ello no te impida tener la soledad del corazón. Cada año, por lo menos,
reserva algunos días para pensar en tu alma; y todos los días dedica algunos
momentos para lo mismo. A toda hora del día entra en ti mismo, piensa en lo que
acabas de hacer y en lo que vas a hacer. ¿No
querrás dar ese momento que Dios te pide? Esta soledad del corazón es
absolutamente necesaria. ¿Para qué sirve la soledad
del cuerpo sin la del alma? (San Gregorio).
III. Todas las noches, después que hayas
terminado tus quehaceres, piensa en los pecados que hayas cometido, para pedir
perdón de ellos, y en las buenas obras que hayas hecho, para agradecer a Dios
por ellas. ¡Qué alegría si has empleado el día
santamente! ¡Qué tristeza si no lo has aprovechado para hacer el bien! ¡Ay! tu
vida pasará como este día, y acaso éste es el último de tu existencia. ¿Estás
preparado para comparecer ante el tribunal de Dios?
La
penitencia.
Orad
por la paz.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos
proporcionáis un nuevo motivo de alegría con la solemnidad de vuestro mártir y
pontífice San Blas, haced, por vuestra bondad, que honrando su nacimiento al
cielo, experimentemos aquí abajo los efectos de su protección. Por J. C. N. S.
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