Colaboradora del blog.
Le
pedí fuerzas a Dios para llegar más lejos,
y
me hizo débil
para
que aprendiera la humilde obediencia.
Le
pedí salud para hacer cosas grandiosas,
y
me hizo frágil para que hiciera cosas mejores.
Le
pedí riquezas para ser feliz,
y
me dio la pobreza para que fuera sabio.
Le
pedí poder para ser admirado por los hombres,
y
me dio debilidad
para
que sintiera la necesidad de Dios.
Le
pedí todas las cosas para disfrutar la vida,
y
me dio vida para disfrutar todas las cosas.
No
tuve nada de lo que pedí,
pero
todo lo que esperaba,
casi
a pesar de mí mismo,
mis
silenciosas plegarias fueron escuchadas.
Soy
el más rico en bendiciones
entre
todos los hombres.
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