viernes, 19 de abril de 2024

SOBRE LA MUERTE “Puede llegar en cualquier momento en cualquier lugar” ¿estás preparado? – Por San Alfonso María de Ligorio.

 




   Considera ¡oh hombre! que esta vida debe acabarse: la sentencia está ya pronunciada: es preciso que mueras. La muerte es cierta pero no se sabe cuándo vendrá. ¿Qué se necesita para morir? La menor lesión del corazon, una vena que se rompa en el pecho, una sofocación catarral, un flujo de sangre, la mordedura de un animal venenoso, una fiebre, una herida, una úlcera, una inundación, un terremoto, un rayo, cada una de estas cosas es bastante para quitar la vida. La muerte puede venir a sorprenderte cuando menos pienses en Ella. ¡Cuántos hay, que por la noche se han acostado llenos de salud y se hallaron muertos al día siguiente!  ¿Y esto no puede sucederte igualmente a ti? Tantas personas que han sido asaltadas por una muerte repentina, no esperaban ciertamente morir de este modo; y sin embargo, asi fué como han muerto.

   Y si entonces se hallaban en estado de pecado, ¿dónde están al presente? ¿Dónde estarán por toda la eternidad? Como quiera que sea es cierto que llegará el momento en que tú entrarás en una noche que durará siempre o en un día que no se acabará jamás. Jesucristo ha dicho: «Yo vendré como un ladrón, ocultamente y de improviso.» Este buen Señor, te lo previene a tiempo, porque desea tu salvación. Corresponde tú, a las miras de Dios y aprovéchate de su aviso, preparándote para morir bien, antes que llegue la muerte. “Estote parati” (Estad preparado) (Math. 24. 41.) Entonces no es tiempo de prepararse, sino más bien de hallarse dispuesto. Que debes morir es indudable: la escena de este mundo debe acabar para ti, pero cuando no lo sabes. ¿Quién sabe si antes de un año, antes de un mes, mañana mismo habrás dejado ya de vivir?

   ¡Oh Jesús mío! iluminadme y perdonadme.

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