miércoles, 28 de agosto de 2024

ELOGIO DE LA CARIDAD – POR SAN AGUSTÍN.


 



El amor por el que amamos a Dios y al prójimo, resume en sí toda la grandeza y profundidad de los demás preceptos divinos. He aquí lo que nos enseña el único Maestro celestial: amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu entendimiento; y amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los profetas (Mateo. XXII, 37 - 40). Por consiguiente, si te falta tiempo para estudiar página por página todas las de la Escritura, o para quitar todos los velos que cubren sus palabras y penetrar en todos los secretos de las Escrituras, practica la caridad, que lo comprende todo. Así poseerás lo que has aprendido y lo que no has alcanzado a descifrar. En efecto, si tienes la caridad, sabes ya un principio que en sí contiene aquello que quizá no entiendes. En los pasajes de la Escritura abiertos a tu inteligencia la caridad se manifiesta, y en los ocultos la caridad se esconde. Si pones en práctica esta virtud en tus costumbres, posees todos los divinos oráculos, los entiendas o no.

 

Por tanto, hermanos, perseguid la caridad, dulce y saludable vínculo de los corazones; sin ella, el más rico es pobre, y con ella el pobre es rico. La caridad es la que nos da paciencia en las aflicciones, moderación en la prosperidad, valor en las adversidades, alegría en las obras buenas; ella nos ofrece un asilo seguro en las tentaciones, da generosamente hospitalidad a los desvalidos, alegra el corazón cuando encuentra verdaderos hermanos y presta paciencia para sufrir a los traidores.

 

Ofreció la caridad agradables sacrificios en la persona de Abel; dio a Noé un refugio seguro durante el diluvio; fue la fiel compañera de Abraham en todos sus viajes; inspiró a Moisés suave dulzura en medio de las injurias y gran mansedumbre a David en sus tribulaciones. Amortiguó las llamas devoradoras de los tres jóvenes hebreos en el horno y dio valor a los Macabeos en las torturas del fuego.

La caridad fue casta en el matrimonio de Susana, casta con Ana en su viudez y casta con María en su virginidad. Fue causa de santa libertad en Pablo para corregir y de humildad en Pedro para obedecer; humana en los cristianos para arrepentirse de sus culpas, divina en Cristo para perdonárselas. Pero ¿qué elogio puedo hacer yo de la caridad, después de haberlo hecho el mismo Señor, enseñándonos por boca de su Apóstol que es la más excelente de todas las virtudes? Mostrándonos un camino de sublime perfección, dice: aunque yo hablara las lenguas de los hombres y los de ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Y aunque tuviera el don de profecía y supiera todos los misterios y toda la ciencia; y aunque tuviera tal fe que trasladara los montes, si no tengo caridad, nada soy. Y aunque distribuyera todos mis bienes entre los pobres, y aunque entregara mi cuerpo para ser quemado, si no tengo caridad, de nada me aprovecha. La caridad es paciente; es benigna; la caridad no es envidiosa, no obra precipitadamente, no se ensoberbece, no es ambiciosa, no busca su interés, no se irrita, no piensa mal, no se goza con el mal, se alegra con la verdad. Todo lo tolera, todo lo cree, todo lo espera, lo soporta todo. La caridad nunca fenece (1Corintio. XIII, 1 – 8).

 

¡Cuántos tesoros encierra la caridad! Es el alma de la Escritura, la virtud de las profecías, la salvación de los misterios, el fundamento de la ciencia, el fruto de la fe, la riqueza de los pobres, la vida de los moribundos. ¿Se puede imaginar mayor magnanimidad que la de morir por los impíos, o mayor generosidad que la de amar a los enemigos?

 

La caridad es la única que no se entristece por la felicidad ajena, porque no es envidiosa. Es la única que no se ensoberbece en la prosperidad, porque no es vanidosa. Es la única que no sufre el remordimiento de la mala conciencia, porque no obra irreflexivamente. La caridad permanece tranquila en los insultos; en medio del odio hace el bien; en la cólera tiene calma; en los artificios de los enemigos es inocente y sencilla, gime en las injusticias y se expansiona con la verdad.

Imagina, si puedes, una cosa con más fortaleza que la caridad, no para vengar injurias, sino más bien para restañarlas. Imagina una cosa más fiel, no por vanidad, sino por motivos sobrenaturales, que miran a la vida eterna. Porque todo lo que sufre en la vida presente es porque cree con firmeza en lo que está revelado de la vida futura: si tolera los males, es porque espera los bienes que Dios promete en el cielo; por eso la caridad no se acaba nunca.

 

Busca, pues, la caridad, y meditando santamente en ella, procura producir frutos de santidad. Y todo cuanto encuentres de más excelente en ella y que yo no haya notado, que se manifieste en tus costumbres.

 

“Sermones”


domingo, 11 de agosto de 2024

“La Libertad Avanza”, los católicos retroceden hasta la incongruencia – Por Antonio Caponnetto

 

“La Libertad Avanza”, los católicos retroceden hasta la incongruencia – Por Antonio Caponnetto

Mi Ley
Por Antonio Caponnetto

“Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.
-Jeremías, 31,33.

La Libertad Avanza. Los católicos retroceden hasta la incongruencia y la doblez pocas veces vista. Y no hablamos de los católicos de misa y olla –que con ambas cosas se salvan, quede dicho- sino de los ilustrados, con sus latines y griegos que suelen escandir pulidamente.

No importa que Milei sea una excreción humana, ufanándose de sus vicios, nigromancias, brujerías y degeneraciones por doquier. La respuesta será que no debemos pedir que gobierne un santo o un héroe. La heterodoxia podrá ser desaprobada en el ámbito religioso; en el resto manda la diosa praxeología, paradójicamente devenida en la nueva e implacable ortodoxia.

Son tradicionalistas, claro; de vetus ordo incluso, y bien por éso. Pero han aprendido rápido la moderna lección de Maquiavelo: el príncipe tiene que aunar las cualidades del zorro y del león, astucia y fuerza, habilidad y eficacia. Virtud y sabiduría al arcón de los recuerdos medievales.

Mejor un pervertido que nos asegure el bienestar, que un Monseñor Tiso, gobernante de Eslovaquia, muerto mártir de Cristo por defender a su pueblo. Mejor un psicópata alucinado y gnóstico al que le cierren las cuentas, que un Oliveira Salazar, mitad asceta, mitad sabio, pero derrotado al final por el mundo.

Buenos gobernantes llenos de pecados, los hubo en la historia. A veces con conciencia de tenerlos, otras no. En ocasiones contritos, otras no. Pero que se inste a elegir a un pervertido convicto y confeso, en nombre de la doble moral, separando la vida privada de la pública, como si ningún correlato hubiera, éso ya linda la justificación de la indecencia. Bien dice García Morente que la “publificación” de la existencia, sin rendirle cuentas a la vida interior, es el sello nefasto que caracteriza al demócrata.

La Libertad Avanza. Los católicos reculan hasta la esquizofrenia. No importa que Milei se presente explícitamente como aquel que “se arrodilla” -literaliter- ante cabalistas, talmudistas, sinagogas y logias masónicas transnacionales. Quien se ampare en estos argumentos será tenido por conspiracionista, y expulsado fuera de las redes, donde todo es llanto y rechinar de led. En la política juego que transitamos –según la retratara el insigne Gueydan de Roussel- el testigo de la verdad vuelve al casillero número cero del ludo democrático, y no tira más los dados hasta que no se arrepienta de su teoría del complot.

No importa tampoco que, en su batiburrillo de liberalismo y anarquismo, Milei explaye cada vez con mayor minucia y convicción su ideario monstruosamente transhumanista, idolatrando la amalgama siniestra de la robótica, la inteligencia artificial, el darwinismo, la ingeniería genética, la tecnologización del sexo y la postverdad. Con propuestas que incluyen, entre otras, la reducción de los embarazos a seis meses, para aligerar “la carga” de las mujeres.

Quien recuerde estos postulados –vistos y oídos y a disposición documentada de cualquiera- es un purista, principista, poeta o cartujo. Un singular, como diría el “novelista” Castellani ¡Afuera con estos soñadores! ¡Si Milei es pro vida, vamos! Empezando por la vida de sus hijos caninos, para quienes toda pasión paternal es poca.

La Libertad Avanza. Los católicos retrechan y recejan sin los antañones escrúpulos de la moral evangélica. Nada de quedarse en la Nicomaquea comentada por Santo Tomás. Hay que llegar a Max Weber con su taxonomía de las diversas éticas, a piacere del consumidor. No importa que Milei haya sostenido que los culpables de delitos de lesa humanidad no deben ser indultados sino cumplir con su pena, aceptando incluso la expresión “delitos de lesa humanidad” impuesta por la guerra semántica. Fantasías de nosotros, los aguafiestas del carnaval democrático. Milei es el nuevo San Pedro Nolasco de los militares presos.

No importa que prometa plebiscitar la ley del aborto, sometiendo así al poder de los guarismos herodianos la legitimidad o ilegitimidad del genocidio embrionario. Y que algunos de sus principales acólitos –tienen nombres y apellidos y cargos: los conocemos muy bien- estén a favor de la legalización del infanticidio y lo hayan aprobado. Milei, nos dicen, es “pañuelo celeste”. Somos nosotros los daltónicos.

No importa que no crea en la institución del matrimonio; que lo reduzca a un contrato entre miembros de la sexualidad que se me antoje; que cada quien es libre de drogarse, suicidarse, vender sus órganos, negociar con sus hijos o decidir el día en el que muere. Que grite a los cuatro vientos su orfandad de padres vivos, a quienes repudia con un odio crispado de torpor y de venganza incesante. Milei –según sus prosélitos- está en contra del feminismo y de lgbteísmo. Y hasta va a reemplazar la ESI por la pornografía, tal cual proclamó sin rubores uno de sus alfiles y candidatos de primera línea. Toda una garantía.

No habrá ESI, ni gremios maricas, ni ministerios de mujeres ni Inadis. Y todo esto por una única y última ratio: que son gastos para el Estado, incompatibles con el minarquismo. Privadamente, cada quien podrá hacer de su pandero un búcaro o de sus pompis unos tiestos con legumbres y hortalizas. ¿Contranatura, aberración, vicio nefando, enfermedad, protervia? Nada de eso. Ha llegado la hora del proyecto personal de vida, como una nueva hora de la espada lugoniana. Pero esta vez con admitidas resonancias freudianas. Somos nosotros los que no sabemos nada de tácticas y de estrategias electorales. Por suerte una gavilla de youtubers nos desasnan. Como a Alcibíades o a Cratilo, a ellos les ha dicho el número de “like” que son los más bellos del cyberespacio.

La Libertad Avanza. Los católicos huyen y se repliegan a un universo en el que ya no existen las condenas al liberalismo, ni las sentencias excomulgantes para los hermanos tres puntos, ni las maldiciones contra los deicidas y la repulsa para los fariseos. No importa que Milei tenga sus ídolos entre los rapiñadores de nuestras Malvinas y los asesinos de nuestros soldados. Traer a colación este pequeño detalle ahora, que está a punto de ganar la tómbola sufragista, es propio de nacionalistas recalcitrantes. ¡A por ellos mis influencers!

No importa que el sujeto abisal no sepa dirigirse al auditorio sin destruir la sintaxis, la gramática, la prosodia, el buen gusto y la belleza idiomática. Que confunda el arte retórico con el relincho y no pueda salir de la segunda palabra sin repetir sus torpes muletillas. No habrá más lenguaje inclusivo. Coprolalia para todos. Ni importa asimismo que sus gestos y sus exabruptos sean los propios de una bestia frenética y un basilisco poseso. Tranquilos. Suprimirá el lenguaje inclusivo, repetimos. ¿Entendieron pedazos  de m…y manga de h.d.p., o les tengo que meter a cada uno una patada en el c…?

¡Basta de violencia de género! Es un gasto que el Estado no se puede permitir, mucho menos si lo vamos a destruir violentamente. De ahora en más, el que quiera violencia de género que se la costee por sí mismo. Como con las escuelas y los centros educativos. Se acabó el monopolio estatal. Que cada quien adoctrine, ideologice y lave el cerebro de sus hijos como se le dé la gana. En el respeto irrestricto al proyecto de vida del otro, da lo mismo que una universidad de medicina esté presidida por la doctora Rímolo, o que otra de Derecho la conduzca Justiniano.

Terminemos al fin. Milei no es el fracaso del progresismo ni su vencedor en la supuesta batalla cultural. Milei es el economicismo atroz, la cuantofrenia, la numerolatría, el inmanentismo, el naturalismo, el laicismo, la moral de situación y el consecuencialismo ético. El apatridismo de los cipayos decimonónicos y el posmodernismo de los millennials. El cerebro binario, el chip para evolucionar y la genitalidad tántrica para vivir zoológicamente satisfechos. Más progresista no se consigue.

Por mucho que vayan con el mejor manual casuístico bajo el sobaco, no habrá artilugio que pueda mitigar las culpas graves del católico argentino que le entregue su voto a este demente.

Somos conscientes de que puede salir un despistado, creyendo que este ataque a Milei supone de parte nuestra otra opción electoral. Por las dudas, que alguien le explique que somos mucho peor de lo que suponen. Somos ultramontanamente antidemocráticos. La partidocracia toda –entera, completa, redonda- nos da náuseas. Si nos centramos en Milei es porque su nombre, hoy, es una sinécdoque; esto es una parte que se puede tomar por el todo. En mejores palabras: una basura genérica que engloba y tipifica al resto.

Y puede salir otro espetándonos bravuconamente qué proponemos nosotros, entonces, ya que el sistema es intrínsecamente perverso y no estamos dispuestos a cooperar con él. Pues hemos tomado la precaución de escribir cuatro volúmenes para ello, amén de un centenar de artículos. Y sobre todo, hemos tomado la precaución de vivir setenta y dos años, gastados -según creemos con sencillez- en aprender y enseñar la recta doctrina heredada de los maestros.

Dios nos hizo de barro, pero su soplido nos infundió dignidad creatural. Dignidad que se conserva y se cultiva en tanto obedezcamos y alabemos a Dios, privada y públicamente. Cuando se prefiere volver a ser sólo barro y embarrarse, se peca contra Dios y su Orden Creado.

Embarrarse no es ni medio ni fin en política. Es inmoralidad, desesperación, estupidez y culpa. Es cooperación activa con los hijos de las tinieblas. La libertad anarco-libertaria puede avanzar cuanto quiera, secundada por sus cómplices católicos y derechistas. Lo mismo el resto de la partidocracia regiminosa. Pero a Jesucristo, la libertad genuina, pues es la Verdad Encarnada, no lo para nadie.

viernes, 9 de agosto de 2024

SATANÁS EN LA POLÍTICA – Por Virgilio Filippo (Cura Párroco de Belgrano) – Año 1949.

 



   Una verdad hay innegable, y es que el PODER POLÍTICO es de los más formidables medios de dominación en manos de los que usan más la astucia y el egoísmo que el criterio recto y el bien general de una nación. Este poder se concentra bajo las apariencias de la más amplia libertad, de la más sincera fraternidad y la más cordial igualdad. El sufragio universal ha sido en la mayoría de los casos una farsa; y preciso es confesarlo, los argentinos estuvimos largos años sojuzgados por este espejismo. Se votó pero no se eligió, porque los elegidos ya lo estaban de antemano por una comandita que utilizo a un partido como pantalla.

   La POLÍTICA se ha hecho por esto una MALA PALABRA. Satanás se ha servido de los políticos venales para comprar todas las conciencias y vender a sus fieles servidores todas las patrias. Todavía les repite la frase que le dijo a Cristo cuando lo tentó de ambición mostrándole todos los pueblos de la tierra: “Todo esto es mío y te lo daré si arrodillándote  me adoras”. ¡Cuántos políticos no supieron vencer la tentación se arrodillaron, lo adoraron, y gobernaron para ensanchar más aún el reinado de Satanás! La ambición política es la más terrible y la más subyacente de las tentaciones. Es la que más ciega y ata.

   Si Satanás es el padre de la mentira, los Parlamentos han sido con frecuencia los cenáculos de la hipocresía, del artificio, del maquiavelismo, de la farsa más estúpida y más satánica. Son todavía en muchas naciones escuelas de sofistas. Las leyes se votan no con libertad sino con autoridad presionante. Se arma la máquina para representarse la farsa de la deliberación. A veces se defienden personas a costa de los conceptos más puros de la democracia y se pone el interés de un partido, que es el de un cenáculo de privilegiados, por encima del INTERÉS DE UNA NACIÓN.

   ¡Cuántas veces se defiende masónicamente a un adversario y se desprecia a un partidario, porque aquel conoce debilidades inconfesables!

   Hoy hay pueblos que tienen sus Cámaras al servicio de una doctrina “intrínsecamente perversa”. En efecto, los comunistas, en frase del Cardenal Francisco Spellman, defienden un programa de acción que “odia a Cristo, y han hecho un PACTO CON SATANÁS”. (“La Época”, 6 de enero de 1949).

   Maquiavelo ha sido un gran pregonero del reinado de Satanás en la política. Ha enseñado a los gobernantes y a los legisladores a poner la utilidad por encima de la LEY. Les ha enseñado a actuar como león o como zorro, según las circunstancias. Porque las circunstancias, según este filósofo bastardo de la política degenerada, pueden más que las leyes y las buenas costumbres, enunciadas en la fuerza de la sana opinión pública. A veces se le hace decir a la ley lo contrario de su sentido real, para salvar, según dicen, su espíritu, manteniendo las expresiones constitucionales. Es que hay que salvar la legalidad constitucional. El fin supremo consiste en hacerse  CÉLEBRE para dominar mejor. Como el medio de la violencia no es FÁCIL, los políticos apelan al arte de la estafa. El fin justifica para el político inmoral o amoral todos los medios, por crueles que fueren. La virtud no suele ser recompensada; el engaño y el crimen son senderos más fáciles. Además, para esquivar responsabilidades no hay como achacarle al adversario lo que uno hace. Hay que ofrecer un brillante y justiciero programa de acción y luego hacer todo lo contrario. Llamarse con un nombre pomposo y ser condecorado con títulos de dignidad, aunque en realidad la regla de conducta sea la de un infame. Arrodillarse ante todos los ídolos para lucrar más poderío. La sed indefinida de poder lleva a los gobernantes a hacer de sus Estados poderosas potencias e imperios, para aplastar a los débiles y explotarlos como una mina de oro. Hay que enriquecerse aunque sea a costa de la miseria ajena. La VIRTUD, dicen,  nunca hizo progresista a los pueblos. No dicen, que si esto fuera cierto, los vicios habrían de haberlos hecho dichosos. Si el porvenir no es de los HOMBRES HONESTOS, el porvenir habría de ser de los HOMBRES BESTIAS. Una existencia empleada solamente en buscar la UTILIDAD, al fin ESCLAVIZA a los hombres a la oportunidad de los egoístas, poderosos y criminales. Así muchos llamados GRANDES políticos han resultados MISERABLES AMBICIOSOS Y HOMBRES PEQUEÑOS sin sentido de la base que engrandece a los pueblos: LA JUSTICIA.

   Satanás les entrega todo el poderío a los políticos sin fe, con tal que se arrodillen y lo adoren sirviéndole en su empresa de DESUNIÓN SOCIAL. En los crímenes de las guerras, en las convulsiones políticas, en las sinuosidades de la astucia y la violencia facciosa.

   ¡Cuántas veces hemos oído hablar de TRIUNFOS POLITICOS asentados sobre la EXPLOTACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA, y la CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA en manos de unos pocos!

   Satanás es el enemigo del género humano; y los malos políticos sus áulicos  que se encargan de dictar leyes que secunden su empeño exterminado del bien, borrando a Dios de las Constituciones, y despojando a las leyes de su espíritu evangélico. El matrimonio se conceptúa como un simple contrato sin sentido religioso, la familia se aprecia como instrumento biológico de reproducción para engordar la boa del Estado, según lo establecen los rusos en su Código de la Familia, declarando que hay familia donde hay hijos (artículo 133, titulo 3, capítulo I del Código de Familia). Viviani grito en el Parlamento francés que llegaría a borrar el nombre de Dios de las estrellas; los socialistas clamaron por el divorcio absoluto, en nombre de la libertad, que ellos conceptúan legítima, cuando se deja a la mujer en condición disminuida a la de una joven engañada, pues ésta siempre tiene posibilidad de matrimonio legítimo. El divorcio ofrece el espectáculo de niños abandonado LEGÍTIMAMENTE por el padre o la madre. Los malos políticos, genuflexos ante Satanás, arrancan toda cultura religiosa de la escuela, y se ufanan de insertar en sus programas de acción la reintegración de la escuela laica e implantación del divorcio en los países que dominan. Los políticos fieles a Satanás tratan no de distinguir poderes, sino de SEPARAR Y OPONER LOS DERECHOS DE LA IGLESIA A LOS DERECHOS DEL ESTADO, y porque adoran al dios Mamon, al becerro de oro, cuyo templo es la Bolsa Internacional, vociferan contra los que dan medios de independencia económica  a los trabajadores, sin la cual no tendrán jamás plena libertad civil ni política. El hombre nunca ha podido ser vulnerado en el nombre de Dios; siempre en cambio lo fue en nombre de la LEGALIDAD FABRICADA POR IMPÍOS al servicio de Satanás.

 

   NO AMAN EL BIEN, POR ESO NO ODIAN EL MAL.

 

 

Tomado del libro: “EL REINADO DE SATANÁS”


domingo, 4 de agosto de 2024

Las marcas que salvan. (Autor anónimo).

 


Se cuenta de un hombre que ante la inminencia de la muerte, y a las puertas del juicio, era asaltado por pensamientos de temor, pues se sabía gran pecador y falto de obras. De hecho, después de recibir los sacramentos con poca disposición y con la misma frialdad con la paso su vida, así partió esta pobre alma al juicio “Al que los mismos Santos tienen terror” –¿Qué será de mi alma se decía este pobre pecador?– En un segundo, Nuestro Señor Jesucristo le mostro toda su vida, cargada de los más terribles pecados. Los demonios se relamían por el alma que reclamaban para sí, y así le decían a tan justo Juez, –¡sus manos! mira, ¡sus manos!– ¡Pobre alma! ya sentía todo el horror del infierno, pues, esas manos estaban vacías. –¿Dónde están tus frutos?–  ¿Dónde tus obras?– Esta pobre alma ya, recordaba no sin espanto, que había leído en las Escrituras donde van a terminar aquellos que pasaron por el mundo, tan vacíos de méritos. 

 

María siempre junto a su hijo, pues así será por toda la eternidad, contemplaba con humilde silencio esta terrible escena, y cuando el justo Juez ya, a punto estaba por dictar la inexorable sentencia, y los demonios alborotados, ya veían a un alma más cómo ganancia. La Madre, levanta la mano derecha y señala unas marcas en la rodilla de esta pobre alma. Con que sorpresa los demonios vieron con espanto aquellas marcas. ¡Que Sorpresa para la misma alma! ¿Qué es lo que la Madre del Cielo veía? ¿Qué hasta demonios gritaban de dolor por la presa que ya tenían por segura ? Son las marcas que quedan en quienes, por mucho tiempo pasaron arrodillados rezando El Santo Rosario.

 

Nuestro amoroso y misericordioso juez, que murió en la Cruz para salvarnos, no pudo menos que dirigir una tierna mirada a su Madre, a quien nunca nada se le niega, cuya voluntad es la misma que la de su Hijo, ese Hijo que desde la Cruz nos dio a María por nuestra Madre.

 

Cuando los demonios quisieron protestar, pues ya veían la infinita misericordia de este Juez caer sobre tan pecadora alma, la madre levantando con toda autoridad su mano izquierda, mando a callar a tan viles demonios, enemigos de la raza humana y de nuestra salvación. Los demonio, que no tienen más poder que la Madre de Cristo, quedaron mudos de rabia, y de miedo, pues temen, temen a la Madre de los hombres, y les humilla ser más, vencidos por tan humilde criatura, que por el mismo Dios.

 

Esta pobre alma era perdonada de ir al infierno por haber rezado, no muy bien, pero sí constantemente su Santo Rosario, arrodillado, en la soledad, aparente, pues todo el Cielo acompaña tan hermosa oración, delante de una imagen de la Virgen María, regalo de su madre terrena, de quien aprendió tan sublime oración. Se dice que fue condenado a padecer por mucho tiempo las penas del Purgatorio, pero siempre es visitado y consolado por la Virgen María.

 

Mira tus rodillas, tu que puedes arrodillarte, ¿tienes esa benditas marcas? Quien sabe, pues talvez tú no tengas la misma suerte, ni puedas salvar tu alma tan fácilmente, cómo lo hizo el caso que te he contado.  Rezando con constancia el Santo Rosario.

 

Que hermosa oración, que dulce refrigerio, que hace más liviana la carga de las penas y sufrimientos, que colma de bienes a los pobres que, enjuga las lágrimas de los afligidos, y que abre las puertas del cielo, y arranca a tantas almas del infierno tan temido.

 

Nunca dejes de Rezar tu Rosario, pide a María la constancia de no faltar un solo día de tu vida. Medita la pasión de Cristo y los dolores de su Madre, en cada misterio. Talvez no haya muchas obras en tus manos, pero si la marca de muchos ruegos en tus rodillas.