sábado, 1 de febrero de 2025

MEDITACIONES PARA EL MES DE FEBRERO – Por el Abate Lasausse. 1° de Febrero.


 



PARA TODOS LOS DÍAS.

 

   Antes del punto de la meditación se practicará lo siguiente: Arrodillado delante de alguna imagen de Jesús crucificado, con profunda humildad y reverencia, y avivando la fe de que está Dios presente se dirá:

 

   La gracia del Espíritu Santo ilumine nuestros sentidos y corazones. Amen. Por la señal, etc.

 

ACTO DE CONTRICIÓN.

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo con vuestra divina gracia no pecar más: la que espero me concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro santo servicio hasta alabaros en el cielo. Amen.

 

ANTÍFONA.

 

   Espíritu divino, venid a mí, llenad mi corazon con vuestra gracia, y abrasadle con el fuego de vuestro divino amor. Enviad sobre mí vuestro Espíritu.

   Responded: Y bien pronto seré todo renovado.

 

ORACIÓN.

 

   ¡Oh Dios, que con las luces del Espíritu Santo instruís los corazones de los fieles! Haced que ese mismo divino Espíritu, ilumine mi alma, y la haga por siempre participante de los consuelos celestiales, por Jesucristo Nuestro Seño. Amen.

 

DÍA 1 DE FEBRERO.

 

   El que se humilla será ensalzado. Qui se humiliat exaltabitur (Luc. 14. 11).

 

VIRTUD. – Humildad.

 

Punto de la meditación.

 

   La humildad es el fundamento de todas las virtudes; y la mejor disposición para obtener los dones celestiales, dice san Agustín: La práctica de la humildad es la virtud, que San Vicente de Paul más recomendaba. Esta virtud es la que san Luis Gonzaga deseaba con más ardor; todos los días dirigía una oración a los santos Ángeles, a fin de obtener por su intercesión, ir por este camino real, que anduvieron los antepasados. Un santo religioso acostumbraba a decir: «Con mucho gusto daria mis dos ojos por adquirir la verdadera humildad. ¡Oh humildad! ¡Oh humildad!

 

   Concluido de meditar el Punto, se dirá la siguiente:

 

   ORACIÓN: Dios mío, dadme la humildad, haced que conozca mi nada, mis miserias y mi flaqueza. Que este conocimiento me anonade delante de Vos, y me obligue a suplicaros continuamente el que me asistáis con vuestra gracia.

 

“AÑO FELIZ O SANTÍFICADO”. Año 1858.

 


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