martes, 18 de febrero de 2025

JUDEO PROTESTANTISMO ANGLICANO – Por Don Curzio Nitoglia.





EL CISMA ANGLICANO.

 

   Después del cisma de Enrique VIII los protestantes en Inglaterra formaron una red de familias con mucho poder económico y político. Las dos características distintivas de la Cristiandad pre-reformista eran: a) el primado de lo espiritual sobre lo material,  de la Iglesia sobre el Estado; y b) la oposición de la Iglesia católica a la usura y a la crematística. (La crematística, según Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, es el acto de enriquecerse siempre más, en cuanto la riqueza representa el fin del hombre, y ya no un medio para vivir dignamente. Mientras la economía es la virtud de prudencia, subordinada al fin último,  aplicada al mantenimiento decoroso de la familia y del hogar doméstico).

 

   En consecuencia,  con la separación del Reino del Papado se instauró la usura,  resultando uno de los principales incentivos de la lucha revolucionaria anglicana contra la hegemonía de la Iglesia en la cultura europea. En efecto, no se puede llamar religión en sentido propio al anglicanismo, nacido de la lujuria de Enrique VIII, de la sedienta rebeldía contra Pedro, y del enriquecimiento a costa de los bienes de la Iglesia romana.  Verdaderamente es un concentrado herético de tres concupiscencias (sensualidad, orgullo, avaricia), o sea una contra-religión. Esta  primera alianza entre libertinaje (divorcio libre), liberalismo (separación entre iglesia y Estado), híper-capitalismo (crematística), y revolución, hizo su primera aparición en Inglaterra cuando el rey, queriendo divorciarse de su legítima esposa, se separó del Papa, consagrándose el mismo papa, y cuando las familias de la nobleza se fueron enriqueciendo innoblemente aprovechándose de los bienes de la Iglesia, constituyéndose en la elite conservadora de Gran Bretaña, donde, como en el resto del mundo, no siempre nobleza es sinónimo de elite o aristocracia o viceversa.


HEBRAÍSMO EN INGLATERRA.

 

 

   En materia económica los anglicanos se inspiran en los hebreos (M. Jones, The revolutionary Jew); estos fueron expulsados oficialmente de Inglaterra en 1290 luego del homicidio ritual del niño Richard da Norwitch (Toaff, Pasque di sangue). Expulsiones de este tipo normalmente resguardaban a los hebreos que querían continuar con sus prácticas (solo 16000 hebreos abandonaron Inglaterra en 1290), mientras la mayoría permanecieron con el mismo estilo de vida de marranos bajo la máscara del cristianismo. Estos marranos que formaban una red natural o un sistema para sostener a los otros hebreos, que volvieron secretamente a Inglaterra en los siglos posteriores a partir de Oliverio Cromwell. Entonces los tiempos maduraron,  aumentando siempre más la influencia hebrea sobre la cultura inglesa, escudándose tras la máscara de la fe reformada o anglicana. Muchos notaron esta transformación de la cultura inglesa durante ese período y el consiguiente crecimiento de Gran Bretaña como nación filo-semita.  Bárbara Tuchman, historiadora estadounidense,  (Boble and Swird), observó que Inglaterra cambió durante el siglo XVI, aunque no se puede fijar una fecha exacta, […] hasta convertir al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob en el Dios inglés. Y los héroes del Antiguo Testamente sustituyeron a los santos católicos.

 

LA  SOLA  ESCRITURA  COMO  APERTURA  A  LA  JUDAIZACIÓN.

 

   Tuchman  sostiene que la razón principal de la hebraización de Inglaterra se debió a la traducción muy rabínica de la Biblia, por parte de William Ryndale, la cual comenzó a ser contrabandeada en Inglaterra en 1526, transportada por los mercaderes hebreos sefardíes en barriles de vino de doble fondo. La traducción de Tyndale de la Biblia, según Tuchman, convirtió a  Inglaterra en  una nación judaizante, desde entonces hasta la declaración Balfour (1917), que estableció a los hebreos en Palestina.

 

   Cuando la Biblia está adulterada se convierte en un fermento de extraordinaria violencia (Maritain, Tres reformadores). La sola escritura conduce naturalmente a la judaización, y la judaización conduce naturalmente a la revolución; como hoy la sola Misa puede conducir a la judaización del mundo católico todavía ligado a la tradición apostólica, principalmente si se acepta el dogma del holocausto (según la óptica modernista de la evolución heterogénea del dogma), entregándose así a las finanzas hebreas, que equivale confiar la oveja al lobo. Esto ya advino  (teológicamente) en los ambientes eclesiales con la Declaración Nostra Aetate y  (económicamente)  al asignar la banca vaticana, (IOR), en los años setenta y ochenta, a los masones y financieros hebreos, que la llevaron al colapso.  Luego que la Iglesia fue repudiada como juez de las Escrituras, no fue más leída según el espíritu, sino según la letra o la carne, o sea del mismo modo como la leen los hebreos;  como una medio para establecer el paraíso en la tierra y, en fin,  una pantalla ante la ansiedad de orgullo y sensualidad. El Evangelio  se entiende carnalmente, apenas viene separado de la Iglesia (la letra vivifica, la letra mata San Pablo),  justificando así la violación de la castidad, la usura y la especulación financiera, siendo maestra en Europa Suiza y Ámsterdam/Amberes, mientras en el mundo lo son Londres y New York.

 

CROMWELL  Y  EL  PURITANISMO.

 

   Esta tendencia judaizante alcanzó su pleno florecimiento cuando Olivero Cromwell se convirtió en dictador de Inglaterra, pues, como la Tuchman sostiene: Con los puritanos arribó una invasión de hebraísmo  acentuando la influencia  del  Antiguo Testamento.  Tuchman  menciona también que la Escritura se transforma en un pretexto para la avaricia, cuando afirma que los Puritanos seguían a la letra el Antiguo Testamento pues  allí  veían reflejados sus propios deseos. Entonces el Puritanismo significó el fin de la moral cristiana, al importar los hábitos hebreos. La tendencia general del puritanismo, desde el siglo XVI,  consistió en descartar la moral cristiana poniendo en su lugar los hábitos hebreos en la vida inglesa, lo que significó una regresión de la moral social a un nivel bajísimo, implantada tanto en el país como en el extranjero. La primera manifestación de esta regresión moral fue la difusión de la pobreza de manera escandalosa, culminando en el siglo XIX con la Revolución industrial, que provocó la revolución comunista soviética. Pobreza que en adelante caracterizó la vida inglesa, por dos siglos. De la mitad del siglo XVI (Tuchman) es posible hablar de una revolución, movimiento político internacional, decidido a descartar totalmente la visión medieval del mundo, sustituyéndola por alguna cosa novedosa.

 

DEL  TALMUDISMO  AL  SUPER-CAPITALISMO.

 

Esta nueva cosa, significaba en Inglaterra la justificación de la codicia, de la  avaricia, del orgullo y de la sensualidad, justificación que a continuación fue conocida como super-capitalismo  liberal, que habría llevado al poder de los revolucionarios todas las riquezas gracias al robo de las propiedades de la Iglesia (ver El Gattopardo de Cesare Tommasi de Lampedusa), decidiéndolos a imitar a los hebreos tanto en teología como en economía. Ninguno de estos avances en la finanza se hubiera podido lograr sin la colaboración intencional de los hebreos, que les fue ofrecida de varias maneras. Como los hebreos, las familias  más adineradas apoyaron la fuerza herética en la religión y el liberalismo en política (Walsh). En economía significaba usura, un sistema que Lord Francis Bacon (+1626) defendió explícitamente en uno de sus ensayos. Inglaterra se convierte en una segunda Judea, no sólo porque se leía la Biblia traducida al inglés por los rabinos, sino sobre todo porque las familias más importantes, promotores de la distribución masiva de las traducciones heréticas  usaban la Biblia –que desde entonces cada uno  tenía el derecho de interpretar a su modo– como una justificación para  entregarse a la usura, el orgullo, la sensualidad y porque usaron los medios económicos para consolidarse en el poder político. La libertad, tanto en estos como en otros ambientes de la vida, implicaba el derecho de los potentados de determinar los que era verdadero. Todos eran libres de interpretar la Biblia como mejor creían. Pero si tal interpretación no se adecuaba a los intereses de los potentados, estos tenían la razón decisiva. Cuando realmente los disidentes fueron más fuertes en la Iglesia de Estado, el resultado fue la guerra civil, que surgiría en el futuro en el  País. Una vez cortada la relación eclesial que unía Inglaterra con Roma, fue fatalmente debilitada la que unía a los ingleses entre sí, porque una vez que Inglaterra deja de ser católica se transforma en una nación ideológica, favoreciendo el nuevo gobierno  a los extranjeros contra los nativos (como sucede hoy en la Europa de Maastricht), que seguramente se hubieran opuesto, incluyendo a los que simplemente no entendían claramente lo que estaba ocurriendo. Tanto los disidentes como los incautos fueron desplazados por la marea extranjera, que favoreció a los inmigrantes sobre los nativos.  De esta manera el protestante quedó fuera de la comunidad, como extranjero o apátrida por excelencia. Aunque fuera un proto-puritano en Inglaterra, un hugonote en Francia o un calvinista en los Países bajos, secretamente obedecía la oscura conjura proveniente de Ginebra, y no a los intereses de su país de origen (como ocurre hoy con los sionistas que viven fuera de Israel), y cuyos intereses siempre fueron manipulados a favor de las elites que gobiernan esos países.

 

EL ESPÍRITU  PROTESTANTE  Y  EL  SUPER-CAPITALISMO.

 

   Inglaterra fue el País que convirtió la finanza en un arma más potente que todos los ejércitos de Felipe II de España. Revolución, para los anabaptistas de Münster significaba comunismo. En Inglaterra,  fue conocida no como el contrario del comunismo (materialismo colectivista), sino como un comunismo de signo opuesto, un comunismo individualista, no colectivista, o sea una  revolución conservadora, promovida por los neo-conservadores,  conocida como el super-capitalismo liberal. Como Marx comprendió justamente, el super-capitalismo se inició con el robo de las propiedades de la Iglesia.  El robo continuó cuando las riquezas de la Iglesia fueron puestas al servicio del reino de Mamón, vale decir, cuando las familias inglesas enriquecidas con los bienes de la Iglesia decidieron  meterse en negociados, asociándose al monopolio hebreo de la usura. Lo mismo ocurrió durante el Risorgimento italiano.

 

DON  CURZIO  NITOGLIA. 30 diciembre 2010.

 

viernes, 14 de febrero de 2025

San Valentín, presbítero y mártir. 14 de febrero. (+ 270)

 




NOTA DE NICKY PÍO: Conozcan la verdadera vida del campeón de Cristo, San Valentín, mártir y presbítero, y no lo confundan con “El día de los enamorados” pues en la batalla que libró y de donde salió victorioso este gran mártir, no había ni flores, ni chocolates. Hoy goza, ya no de las cosas mundanas, como los hombres que se entregan a fiestas paganas y gustos sensuales, y todas clases de excesos, sino a los gozos del cielo. Gozo celeste que no tiene fin y que en nada se parecen a los placeres mundanos. Este mártir sólo conoció un sólo y verdadero amor, “el amor a Dios” por que quien no ama a Dios, no puede amar a su prójimo.  

 

   Entre los numerosos mártires que en tiempo del emperador Claudio derramaron su sangre por Jesucristo, fué uno San Valentín, presbítero; el cual estando en Roma el emperador, fué llevado a su presencia, maniatado y cargado de cadenas.

 

   Luego que Claudio le vio, le dijo con blandas palabras: ¿Por qué no quieres gozar de nuestra amistad, sino ser amigo de los cristianos? Yo te oigo alabar de hombre sabio y cuerdo, y por otra parte te veo vano y supersticioso. Respondió Valentín: Si conocieses el don de Dios, serías dichoso tú, y bienaventurada tu república: abandonarías a los demonios y falsos dioses, y adorarías a Jesucristo, único Dios verdadero. Oyendo esto un letrado que estaba presente gritó en alta voz: Ha blasfemado de nuestros dioses. Y como Valentín siguiese platicando al emperador, llegó a ablandarle de manera, que Calpurnio, prefecto de la ciudad, exclamó a voces: ¿No veis cómo este nombre está engañando a nuestro príncipe? ¿Es posible que dejemos la religión que mamamos con la leche, y con que nos criaron nuestros mayores? Entonces Claudio, temiendo algún alboroto, mandó que a Valentín le retirasen de su presencia, pero que se le diese audiencia en otra parte, y que si no diese cuenta de sí, le castigasen como a sacrílego, y si la diese, no le condenasen.

 

   Oyóle, pues, en su casa el teniente Asterio, y al entrar en ella Valentín, oró a Dios diciendo: ¡Oh luz verdadera del mundo! alumbrad a tantos hombres que viven ciegos en las tinieblas de la gentilidad. Al escuchar estas palabras, dijo el teniente: Si esto es así como lo dices, presto lo probaré: tengo una hija, que hace dos años que está ciega. Si tú la alumbrares y dieres vista, creeremos que Cristo es luz y Dios verdadero. Trajeron, pues, la doncella, y poniendo Valentín las manos sobre sus ojos, le restituyó la vista. Entonces Asterio y su mujer se echaron a los pies del santo, suplicándole que, pues, por su medio habían conocido a Cristo verdadera Luz, les dijese lo que habían de hacer para salvarse.

 

  El santo les mandó hacer pedazos todos los ídolos que tenían y ayunar tres días, y perdonar a todos los que los habían agraviado, y después bautizarse, y con esto se salvarían. Asterio cumplió todo lo que le fué ordenado, y soltó a todos los fieles que tenían presos, y se bautizó con toda su familia, que era de cuarenta y seis personas. Supo esto el emperador, y teniendo recelo de alguna grande perturbación en Roma, por razón de estado mandó martirizar a todos con varios géneros de tormentos; y a san Valentín le hizo apalear y degollar en la vía Flaminia, donde el Papa Teodoro le dedicó un templo.

 

   Reflexión: Habrás observado que la razón de estado costó la vida al glorioso San Valentín y a tantos otros fieles de Cristo: como si la política estuviese sobre la ley de Dios, y no estuviese la ley de Dios sobre todo gobierno y manera de gobernar. Jamás ha sido ni será lícito obrar el mal para alcanzar algún bien: ni vale aquí la imposible dualidad de personas pública y particular, inventada por los liberales: porque si la una obra el mal, y la otra el bien, no irá la una al infierno y la otra el cielo; sino que caerá en el infierno la persona pública, y con ella la persona privada en un mismo réprobo.

 

   Oración: Concédenos, omnipotente Señor, por la intercesión del bienaventurado mártir Valentín, cuya festividad celebramos, que seamos libres de los males que nos amenazan. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

 

“FLOS SACTORVM”

 


martes, 11 de febrero de 2025

INVOCACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES.


 



INVOCACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES.

 

1– ¡Oh! Querida Virgen de Lourdes, cómo un pobre peregrino, me postro delante de Ti, anegada mi alma en llanto y dolor. Recibe mi plegaria y mis lágrimas.

AVE MARÍA.

 

2– ¡Oh! Querida Virgen de Lourdes, mi alma está triste, se halla pobre y desamparada. Ayuda, sostiene y consuela a quien te ama y ruega.

AVE MARÍA.

 

3– ¡Oh! Querida Virgen de Lourdes, en mi corazón nace la esperanza de que en verdad me oirás. Espero, espero, pues, la gracia. Madre mía, siempre te amaré.

AVE MARÍA.


lunes, 10 de febrero de 2025

El amor de Sor Dominica del Paraíso a Jesús y a María – Por San Alfonso María de Ligorio – Una bellísima y piadosa historia de amor.





   Se lee en la vida de sor Dominica del Paraíso, escrita por el padre Ignacio del Niente, dominicano, que en una aldea llamada Paraíso cerca de Florencia nació esta doncellita de padres pobres.

 

   Desde niña empezó a servir a la divina Madre. Ayunaba a honra suya todos los días de la semana, y después en el sábado repartía a los pobres aquella comida que se había quitado de la boca, y cada sábado iba al huerto de su casa o a los campos vecinos donde recogía todas las flores que podia, y las presentaba delante de una imagen de la santísima Virgen con el niño en los brazos, que tenía en su casa.

 

   Pero volvámonos ahora a ver con cuantos favores la agradecidísima Señora compensaba los obsequios que esta su sierva le ofrecía. Estando una vez Dominica a la ventana, y era entonces de diez años, vio en la calle una mujer de hermoso aspecto y consigo un niño, que entrambos alargaban la mano en acción de pedir limosna. Va ella a tomar el pan, y he aquí que sin abrir la puerta se los ve delante, y advierte que el niño tenía heridas las ¡manos, los pies y el pecho. Por lo cual preguntó a la mujer:

 

   — ¿Quién ha herido este niño?— Respondió la mujer:

   — Le ha herido el amor.

  — Dominica enamorada de la modestia y hermosura de aquel niño, le preguntó si le dolían aquellas heridas. Más Él no respondió sino con una sonrisa. Entre tanto estando ya todos cerca de las imágenes de Jesús y de Maria, dijo la mujer a Dominica:

   — Dime, hija, ¿quién te mueve a  coronar a estas imágenes de flores?

   — Ella respondió:

   — Me mueve el amor que tengo a Jesús y Maria.

   — ¿Y cuánto les amas?

   — Los amo cuanto puedo.

   — ¿Y cuánto puedes?

   — Cuanto ellos me ayudan.

   — Prosigue, dijo entonces la mujer, prosigue en amarlos, que bien te lo pagarán ellos; en el cielo.

 

   Luego la doncella percibiendo que salía de aquellas llagas un olor celestial, preguntó a la Madre con qué ungüento las ungía, y si aquel ungüento se podia comprar. Respondió la mujer:

   — Se compra con la fe y con las obras.

   —Dominica les ofreció el pan.

   La Madre dijo:

   — ¡La comida de este mi Hijo es el amor, dile que amas a Jesús y le alegrarás.

   — El niño apenas oyó este nombre de amor empezó a  regocijarse, y vuelto a la doncellita le preguntó, cuanto amaba a Jesús. Y respondiendo ella que le amaba tanto que día y noche siempre pensaba en Él, ni buscaba otra cosa más que el darle gusto cuanto podia:

   — Ahora bien, añadió Él, ámale, que el amor te enseñará qué debes hacer para darle gusto.

   —Creciendo después el olor que exhalaba de aquellas llagas, exclamó Dominica:

  — ¡O Dios! esta fragancia me hace morir de amor. Si el olor de un niño es tan suave, qué será el olor del paraíso —

 

   Mas he aquí entonces ve mudarse la escena: La Madre apareció vestida de Reina y cercada de luz, y el niño hermoso resplandeciente como un sol, que tomando aquellas mismas flores las esparció sobre la cabeza de Dominica, la cual reconociendo ya en aquellos personajes a Maria y a Jesús, se había postrado para adorarlos. Y así dio fin la visión.

 

   Dominica tomó después el hábito de santo Domingo, y murió en opinión de santa en al año 1553.

 

“LAS GLORIAS DE MARÍA”


 

sábado, 8 de febrero de 2025

EL SATANISMO EN LAS LOGIAS MASÓNICAS – Apostolado de la Prensa 1898.

 




   Para demostrar que así es, no hay necesidad de recurrir a las revelaciones de los masones convertidos, que si en muchos, por la misericordia de Dios, son sinceras, en otros pueden infundir sospechas, por creerlas hijas, o del deseo de especular con narraciones estupendas que den más valor a su interesada conversión, o del propósito de burlarse de los católicos, con evidente cinismo.

 

   No; no hay necesidad de esos testimonios para que quede patente y manifiesto que el satanismo es el culto secreto de la masonería en algunos de sus altos grados, o mejor dicho, en algunas de sus misteriosas reuniones, a que sólo asisten los verdaderamente iniciados en los fines abominables de la secta condenada. Otros testimonios hay de cuya veracidad no puede sospecharse por hallarse estampados en documentos no destinados a la publicidad entre los profanos, ni aun entre la turba multa de masones que sólo conocen de la secta lo que ésta quiere mostrarles, y a esos testimonios vamos a acudir para que el punto objeto de las presentes líneas quede dilucidado por completo y en términos que no permitan abrigar la menor sombra de duda.

 

   Comenzaremos por el testimonio de uno de los jefes de la masonería, de más indiscutible autoridad en la secta, por Alberto Pike, el soberano gran comendador que fué del supremo consejo de Charleston, de quien han recibido los poderes que ostentan, casi todos los orientes europeos, entre ellos el que en España presidió algún tiempo el actual presidente del Consejo de ministros, D. Práxedes Mateo Sagasta. Leamos la definición del gran arquitecto del Universo, que es el nombre con que en las logias se designa a la divinidad que los masones adoran.

 

   «El gran arquitecto del Universo —decía Alberto Pike en el periódico masónico titulado La Chaine d'Union, correspondiente al día 20 de Marzo de 1876— debe ser considerado, no como un principio más o menos vago, sino como una personalidad viviente.»

 

   Por aquí vemos que la masonería adora a un ser viviente; pero vemos también que ese ser no es el Dios de cielos y tierra que adoramos los católicos, porque si así fuera, es de entender que lo habría declarado Alberto Pike de una manera terminante. ¿Cuál es, pues, el ser á quien adora la masonería?

 

   Sigamos copiando, y pronto saldremos de dudas:

 

   «El genio del porvenir, nuestro dios —dice el masón Serafini, según la Revista de la masonería italiana correspondiente a los años 1879-80, pag. 265-lleva en sí el germen de la nueva ley del bien... Saludad al genio renovador, vosotros todos los que sufrís. ¡Levantad vuestras frentes, hermanos míos, porque ya llega a vosotros Satanás el Grande!»

 

   Después de esta horrible revelación, hecha por un masón no arrepentido, en uno de los periódicos oficiales de la infame secta, toda duda respecto de quién es el ser viviente que según Alberto Pike adora la masonería bajo el nombre de gran arquitecto del Universo, se desvanece. Mas para que no se diga que nos agarramos a una declaración individual y aislada, veamos lo que dijo el masón Gustavo Desmons en el Memorándum du Rite écossais anden et accepté del oriente de Francia, correspondiente al año 1884, núm. 85, pág. 48:

 

   «Los dos campos están perfectamente deslindados: el campo de Dios y el campo de Satanás.»

 

   ¿Lo quieren nuestros lectores más claro todavía?

 

   Pues lean lo que Adriano Lemmi, el sucesor de Alberto Pike en la dirección de la masonería luciferiana, dijo en el banquete masónico solsticial que se verificó en Ñapóles en Diciembre de 1892, tal y como por aquel entonces lo refirieron los periódicos adictos a la masonería:

 

   «Bebamos – blasfemó – en honor del genio que ha inspirado a nuestro hermano Carducci un himno inmortal..., el genio invencible, que es alma de la revolución.»

 

  Digamos, por si alguno de nuestros lectores lo ignora, que el himno inmortal á que se refería el masón Adriano Lemmi, es un himno a Satanás compuesto por el infame Carducci.

 

MÁS TESTIMONIOS.

 

   La misma Revista de la masonería italiana, más arriba citada, en su volumen correspondiente al año 1891, pág. 243, escribía á propósito del himno satánico-carducciano:

 

   «El período de las lágrimas ha llegado para el Vaticano. Las puertas del infierno han prevalecido. Satanás ha vencido y con él la rebelión, la fuerza vengadora de la razón, y ha vencido per omnia saecula saeculorum»

 

   Después de pruebas tan concluyentes, sólo queda esta duda por resolver: ¿Tiene la masonería organizada un culto a Satanás con templos apropiados y ceremonias particulares?

 

   A esta pregunta hemos de responder que la existencia en la masonería del “rito paládico” es incuestionable; de ella dan testimonio rituales impresos, en los que figuran como ceremonial de la admisión de la mujer a los altos grados de la masonería femenina los ósculos indecentes al macho cabrío, representación de Satanás en todas las escenas de brujería.

 

  Pero hay más: un colaborador de la excelente Revista antimasónica de Roma, de quien hemos tomado algunos datos para darlos a conocer en esta sección, en testimonio de la verdad de nuestras afirmaciones, denunció no hace mucho tiempo la existencia de un templo dedicado a Satanás en el palacio Borghese de Roma, donde tienen su domicilio los centros directivos de la masonería italiana.

 

   El masón Ulises Bacci, uno de los dignatarios del oriente de Roma, quiso desmentir la noticia en la prensa; pero el colaborador de la Revista antimasónica mantuvo sus afirmaciones.

 

   Para atemorizarle se le hizo saber que el gran consejo de la masonería italiana iba a presentar ante los tribunales de justicia una querella por difamación. Y efectivamente, el gran consejo citado deliberó sobre el asunto y acordó...que no era oportuno presentar la querella. Excusamos decir que el valiente colaborador de la Revista antimasónica sigue sosteniendo sus afirmaciones y retando a los masones a que le desmientan.

 

   Y los masones, ni que decir tiene, siguen rehuyendo la cuestión bajo pretexto de que no es oportuno promover querellas sobre el asunto, sin duda por aquello de que peor es meneallo (embrollarse).

 


jueves, 6 de febrero de 2025

EL SANTO MISTERIO DE CERVERA (DÍA 6 DE FEBRERO).

 




Vicario de la parroquia de Martorell, villa de Cataluña, era el presbítero Jaime Albesa, cuando el cumplimiento de sus deberes sacerdotales le llevó junto al lecho en que yacía enfermo y no muy lejos de entregar su alma al Criador, un soldado español que quería morir como católico.

 

   No escasos auxilios debió de prestar el sacerdote al soldado, si hemos de juzgar por el agradecimiento con que éste recompensó el celo caritativo del ministro del Señor. En efecto; ya próximo a morir, refirió el soldado que había entrado con el ejército de Carlos V en Roma en 1527 y tomando parte en el saqueo de la capital del orbe cristiano, habíase traído una partícula de un pedazo de la cruz del Redentor guarnecido en oro y piedras preciosas; mas ya que la divina Providencia había dispuesto que él, poseedor de este tesoro, enfermase en Martorell, sin esperanzas de vida, acataba el divino beneplácito, y regalaba aquella inestimable reliquia a Jaime Albesa, como sacerdote, y por haberle asistido en su última enfermedad.

 

   Pasaron los años, y habiéndose retirado Albesa a Cervera, su patria, depositó en su iglesia parroquial, en la capilla de San Nicolás, el “Lignum Crucis”, que allí permaneció en el olvido hasta que Dios permitió que en honor de aquella santa reliquia se realizaran grandes portentos, algunos de los cuales constan en proceso auténtico, y sobre todo el siguiente:

 

   Los señores cura párroco y jurados del Tarros, lugar de Urgel a tres leguas de Cervera, suplicaron a la comunidad de la iglesia mayor de esta ciudad que les diese alguna partícula del “Lignum Crucis” que tenían, y que efectivamente procedía del “Santo árbol de la Cruz”, pues así lo habían manifestado, por boca de los posesos, espíritus malignos al párroco de Tarros, al practicar exorcismos.

 

   Para conceder lo que se solicitaba, en 6 de Febrero de 1540, un sacerdote, a vista de muchos clérigos y seglares, sacó de la capilla de San Nicolás el fragmento de la “Santa Vera Cruz”, pero no consiguió su intento de cortar un pedacito de la reliquia. Llamó su atención aquella resistencia, y atribuyendo la ineficacia de su esfuerzo al corte del cuchillo, púsose a examinarlo, y con espanto suyo y de los allí presentes, vióse que, sin haber salido de sus manos ni una gota de sangre, como teñido en ésta parecía el cuchillo.

 

   Tomó entonces el Sacerdote en sus manos la santa reliquia, y al romper, ya fácilmente, con los dedos una parte de ella, se desprendió una ancha gota de sangre que, dividiéndose en dos, cayó sobre un papel que había bajo la reliquia, oyéndose en aquel instante un fuerte y espantoso trueno, aunque era muy notable la serenidad de la atmósfera.

 

   Era patente el milagro, y por él conmovidos hondamente todos los que allí se encontraban, exclamaron de consuno: ¡Oh gran misterio! Acudieron muchos a adorar la divina Omnipotencia, prorrumpiendo siempre en la misma frase de admiración ¡Misterio! ¡Misterio!, y con esta expresión se ha seguido designando aquel prodigioso “Lignum Crucis”, “La Santa Vera Cruz de Cervera”, en cuya honra se ha instituido con autoridad del Sumo Pontífice fiesta de guardar en dicha ciudad y en todo su deanato (jurisdicción perteneciente al Deán), y por cierto muy celebrada.

 

   En la solemnidad que hoy se conmemora y a la cual es justo que nos unamos, siquiera sea en espíritu, para rendir el debido culto a aquel fragmento de la cruz empapado en la sangre del Salvador, y decirle con toda el alma: “Ave, crux, spes única”: ¡Oh Cruz, esperanza única, los cielos y la tierra te bendigan!

 

LECTURA DOMINICAL – Año 1898


martes, 4 de febrero de 2025

UN CUARTO DE HORA EN SOLEDAD PARA MEDITAR, PARA PENSAR EN COSAS IMPORTANTES.


 


¡Quién podría creer lo que pasa sobre la tierra si no lo viese con sus propios ojos! Reina un aturdimiento universal, se marcha a ciegas y como á la ventura.  Cada cual se entrega al camino adonde le conducen sus placeres, su ambición y su fortuna, sin  pensar en qué vendrá a parar todo esto.

 

   Se piensa en todo sobre la tierra, se habla de todo, se  escribe sobre todo, se inventa todo; más en Dios, que es nuestro primer principio y nuestro  último fin, y en la salvación, que es la única cosa necesaria, y en la eternidad, que es nuestro  destino, y en la muerte, que espía el momento para herirnos, en todo esto son contados los que se  ocupan.

 

    De ahí el origen de nuestros males. «La tierra está desolada, dice Jeremías, porque no  hay nadie que reflexione en su corazón.»

 

   Se vive en el torbellino del mundo, como el enfermo del Evangelio; sordo a la voz de Dios, mudo para confesar sus pecados y sus culpas. ¿Y qué  hacer para salvar  a  estas gentes del mundo? Jesús nos da la respuesta. Lo primero que hizo, como preparación para curar al sordomudo, fué apartarle de la gente, sacarle de entre la multitud, indicando así que el retiro es el que únicamente puede poner al pecador en estado de oír la voz del Señor.

 

   El retiro es indispensable para la vida del alma. Diariamente debíamos dedicar un cuarto de hora siquiera a reflexionar sobre nuestra vida y a escudriñar nuestro corazón.

 

   Cerrando la puerta de nuestro cuarto, diremos con San Bernardo: «Pensamientos extraños, deteneos ahí. Ya volveré a daros entrada al salir de mi soledad.»

 

   En seguida, puestos en un completo olvido de todas las cosas, pensaremos en nosotros mismos; no en nuestros bienes, ni en nuestro cuerpo, ni en nuestros amigos, ni en nuestras vanidades y placeres, porque nada de eso somos nosotros; pensaremos en nosotros, en nosotros solos, en nuestras almas. El hombre está todo entero en su alma, dice la Sagrada Escritura. De este modo nos conoceríamos, conociéndonos nos reformaríamos, y un cuarto de hora diario de soledad y retiro en Dios salvaría al mundo.

 

“LECTURA DOMINICAL”  AÑO 1897

 




sábado, 1 de febrero de 2025

MEDITACIONES PARA EL MES DE FEBRERO – Por el Abate Lasausse. 1° de Febrero.


 



PARA TODOS LOS DÍAS.

 

   Antes del punto de la meditación se practicará lo siguiente: Arrodillado delante de alguna imagen de Jesús crucificado, con profunda humildad y reverencia, y avivando la fe de que está Dios presente se dirá:

 

   La gracia del Espíritu Santo ilumine nuestros sentidos y corazones. Amen. Por la señal, etc.

 

ACTO DE CONTRICIÓN.

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo con vuestra divina gracia no pecar más: la que espero me concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro santo servicio hasta alabaros en el cielo. Amen.

 

ANTÍFONA.

 

   Espíritu divino, venid a mí, llenad mi corazon con vuestra gracia, y abrasadle con el fuego de vuestro divino amor. Enviad sobre mí vuestro Espíritu.

   Responded: Y bien pronto seré todo renovado.

 

ORACIÓN.

 

   ¡Oh Dios, que con las luces del Espíritu Santo instruís los corazones de los fieles! Haced que ese mismo divino Espíritu, ilumine mi alma, y la haga por siempre participante de los consuelos celestiales, por Jesucristo Nuestro Seño. Amen.

 

DÍA 1 DE FEBRERO.

 

   El que se humilla será ensalzado. Qui se humiliat exaltabitur (Luc. 14. 11).

 

VIRTUD. – Humildad.

 

Punto de la meditación.

 

   La humildad es el fundamento de todas las virtudes; y la mejor disposición para obtener los dones celestiales, dice san Agustín: La práctica de la humildad es la virtud, que San Vicente de Paul más recomendaba. Esta virtud es la que san Luis Gonzaga deseaba con más ardor; todos los días dirigía una oración a los santos Ángeles, a fin de obtener por su intercesión, ir por este camino real, que anduvieron los antepasados. Un santo religioso acostumbraba a decir: «Con mucho gusto daria mis dos ojos por adquirir la verdadera humildad. ¡Oh humildad! ¡Oh humildad!

 

   Concluido de meditar el Punto, se dirá la siguiente:

 

   ORACIÓN: Dios mío, dadme la humildad, haced que conozca mi nada, mis miserias y mi flaqueza. Que este conocimiento me anonade delante de Vos, y me obligue a suplicaros continuamente el que me asistáis con vuestra gracia.

 

“AÑO FELIZ O SANTÍFICADO”. Año 1858.