miércoles, 9 de noviembre de 2022

MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA DE HONRAR A DIOS EN LAS IGLESIAS

 




I. Visita las iglesias lo más frecuentemente que puedas; la iglesia es la casa de Dios; allí es donde sobre todo quiere ser honrado; allí donde gusta derramar sus gracias sobre los que lo invocan. Concurre a ellas a pedir los consejos y los consuelos de que tengas necesidad; que los templos sean tu asilo en tus tentaciones. Si entras en ellos con fe y humildad, no saldrás sino fortificado y consolado. Pero, ¡oh desgracia! Se corre a las diversiones y las iglesias están desiertas.

   Preferimos los lugares de diversión a los templos donde Dios reside: descuidamos los altares y honramos los teatros (Salviano).

 

II. No hagas de la casa de Dios una casa de tráfico. Los hombres trafican en las iglesias cuando, en lugar de orar a Dios, piensan en los negocios del mundo. El demonio trafica en ellas, y ventajosamente para él, cuando persuade a los cristianos a que profanen el lugar santo con sus malos pensamientos y sus continuas distracciones. Estás en la iglesia para rezar a Dios: hazlo con humildad y devoción.

 

III. Todo género de comercio no está prohibido en los templos. Trafica allí con Dios; dale los bienes de la tierra y Él te dará los del cielo; dale tu corazón, pidiéndole que lo llene de su santo amor. Lanza tus suspiros al cielo, y el Espíritu Santo te enviará santas inspiraciones; derrama lágrimas y Dios derramará sus gracias sobre ti; pídele perdón por tus faltas y te las perdonará.

Cuando te veo suspirar ante Dios, no dudo que el Espíritu Santo te envía sus inspiraciones; cuando te veo llorar, sé que Dios te perdona (San Cipriano).

 

Vestir con modestia en las iglesias. Orad por los sacerdotes

 


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