Vamos a ir dando de a
poco algunas enseñanzas sobre el ¡DETENTE!
Esta piadosa práctica, otrora muy difundida
entre los católicos, es un modo simple, pero espléndido, de manifestar
permanentemente nuestra gratitud y amor al Sagrado Corazón, víctima de nuestros
pecados. Y de recibir, al mismo tiempo, innumerables beneficios, junto con una
protección extraordinaria contra todos los peligros, como veremos.
¿Qué es un Detente? ¿Una armadura
espiritual?
El Detente o Escudo del Sagrado Corazón de
Jesús —también conocido como salvaguardia, o incluso como pequeño escapulario
del Sagrado Corazón— es un sencillo emblema con la imagen del Sagrado Corazón y
la divisa: ¡Deténte! El Corazón de Jesús está conmigo. ¡Venga a nosotros el tu
reino! Por inspiración divina, surgió como un pequeño pero poderoso Escudo que
la Divina Providencia colocó a nuestra disposición a fin de protegernos contra
los más diversos peligros que enfrentamos en nuestra vida cotidiana.
Para ello, basta llevarlo consigo, no siendo
necesario que esté bendito, pues el bienaventurado Papa Pío IX extendió su
bendición a todos los Detentes – El Beato Pío IX concedió aprobación definitiva
a la devoción del Detente, diciendo: “Voy a bendecir este Corazón, y quiero que
todos aquellos que fueron hechos según este modelo reciban esta misma
bendición”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.