lunes, 6 de mayo de 2019

Los enemigos de la Iglesia: La Francmasonería (Parte II)





2° Organización de la francmasonería

   Es una sociedad secreta, cuyos miembros, ligados por terribles juramentos, obedecen a jefes desconocidos; El secreto rodea sus orígenes, protege a sus jefes, su fin y sus medios. Los afiliados están dispuestos a sufrir la pena de muerte si violan sus juramentos.

   “Pues bien, este juramento es indigno de un hombre libre, de un hombre honrado, de un cristiano”

   “Es indigno de un hombre libre el obligarse a servir a señores que no conoce y que no tienen derecho alguno sobre él”

“Es indigno de un hombre honrado jurar una obediencia ilimitada: el deber y el honor son límites que uno debe reservarse siempre”

   “Es indigno de un cristiano pronunciar un juramento que hace caso omiso de los soberanos derechos de Dios” (Petit Catéchisme).

   Por eso, los Sumos Pontífices han condenado este juramento criminal.

   La francmasonería está constituida jerárquicamente. Satán ha querido formar su sinagoga a semejanza de la Iglesia de Jesucristo. La logia es una reunión de francmasones. Un cierto número de logias reunidas forman un centro o federación con el nombre de Rito. En cada parte del mundo hay establecidas varias federaciones.

   Tal es la organización exterior de la francmasonería; sus afiliados son, en su mayor parte, engañados, poco iniciados en los secretos de la secta, si no están en los grados elevados. La verdadera masonería se halla en las trastiendas de las logias, más o menos unidas entre sí por un Consejo supremo y oculto, cuyo jefe da la consigna a todas las logias del mundo. Un denso velo cubre esta masonería secreta; es verdaderamente la sinagoga de Satanás. (Nota del blog, para los que leyeron nuestro comentario a la publicación ¡o católico o masón! Dijimos que aún un grado 33 es un perrito faldero, pues así como la masonería constituye un estado dentro de otro estado, existe una masonería (sinagoga de satanás) dentro de la masonería y que maneja todas las logias del mundo, ya tocaremos ese tema en una publicación especial, pero baste para probar nuestras afirmaciones lo que aquí dice el Padre Hillaire)

   Se cuentan en Francia cuatro ramas o federaciones del orden masónico: el Gran Oriente, el Rito Escocés; el Rito Misraim y la Masonería mixta.


   La federación del Gran Oriente está mucho más extendida que las otras; su sede está en París; sus miembros se reúnen en grupos que toman el nombre de Talleres.

   Los Talleres consagrados a los tres primeros grados (Aprendiz, Compañero y Maestro), llevan el nombre de logias; el maestro que los preside se llama Venerable.

   Los Talleres consagrados a los masones del grado 18, o Rosa Cruz, se llaman Capítulos; y los que se componen de masones revestidos con el grado 30, o Caballeros Kadosk, se llaman Consejos o Areópagos. (Nota del blog el grado 18 es de importancia suprema por su función que la explicaremos más adelante)

   Hay 33 grados reconocidos por el Gran Oriente. El taller superior, compuesto de francmasones del grado 33, se llama Gran Colegio de los Ritos.

   Al lado de ese Gran Colegio se halla el Consejo de la Orden, compuesto de 33 miembros elegidos por la Asamblea General del Gran Oriente y renovable anualmente por tercios. Él es el que administra la federación, provee a la ejecución de las leyes masónicas, crea las logias y se pone en relación con las otras potencias masónicas de Francia y del mundo entero.

   Todos los años se reúne la asamblea general del Gran Oriente, llamada Convento, compuesta de todos los delegados de las Logias de la Federación y de los miembros del Consejo de la Orden. El convento ejerce el Poder Legislativo.

3º Finalidad de la francmasonería

   La francmasonería es censurable en su fin y en sus medios. Aparentemente tiene por fin la filantropía: “Nuestra Sociedad, dicen los francmasones, establece entre nosotros una solidaridad fraternal que nos lleva a ayudarnos unos a otros”.

   Los francmasones se llaman hermanos; pero es una fraternidad de interés se aman en cuanto les conviene amarse. Es una fraternidad sin corazón, que rechaza al pobre a causa de las cargas que impone, y tiende los brazos al burgués cándido que se deja explotar. No son verdaderos hermanos sino en su oposición contra Cristo y su Iglesia. Si la masonería no fuera más que una sociedad de socorros mutuos, no ocultaría sus reuniones, ni el nombre de sus adeptos, ni sus obras, y nunca los Papas la hubieran condenado con palabras tan drásticas…

   Su fin aparente no sirve sino para disfrazar, su fin último, para poblar sus logias y para engañar a los ingenuos.

   El verdadero fin de la francmasonería es reemplazar la religión de Jesucristo, la Iglesia Católica, por el naturalismo y substituirse a la Iglesia, colocarse en lugar de Ella.

   Llegar a disminuir toda religión, toda autoridad, toda propiedad y sobre estas ruinas, establecer el librepensamiento, la moral independiente, el naturalismo puro en la familia y en la sociedad: esto es a lo que la masonería llama libertad, igualdad, fraternidad.

   ¿Queréis algo más pernicioso que un fin semejante?

   Medios empleados. La masonería emplea la hipocresía y la mentira, la corrupción y la violencia. (Nota del blog: Para los que me preguntaron en forma privada como reconocer a un masón, tengan muy encuenta lo que aquí el Padre dice en sus dos primeras notas, Hipocresía y Mentira, estos sacrílegos asisten a la Santa Misa y Comulgan sin problemas, en burla a Nuestro Señor)

   1º) La hipocresía y la mentira. Es hipócrita: trata de aparecer como una sociedad de beneficencia, cuando en realidad su propósito es el exterminio del catolicismo. Es hipócrita: bajo los nombres de libertad, de igualdad, de fraternidad, de progreso, de civilización, oculta la rebelión contra todas las leyes divinas y humanas. Practica la libertad sometiendo a sus adeptos a la obediencia más ciega. Practica la igualdad atrayendo a las almas débiles con el halago de los grados, de los títulos, de las insignias. Practica la fraternidad profesando el más soberano desprecio a la clase obrera.

   Miente cuando sus jefes, ocultando sus perversos fines, hacen creer a los adeptos que trabajan para iluminar al hombre y para hacerle libre. Miente cuando desnaturaliza el dogma cristiano para hacerlo odioso, cuando altera la historia, a fin de ocultar los beneficios y las glorias de la Iglesia. Con la mentira, la masonería  engaña al pueblo. Los jefes preparan en la sombra leyes contra la Iglesia; da luego a los Talleres la consigna de sostener tal determinación o propagar tal noticia falsa. Ésta consigna circula por todas las logias y por todos los diarios de la secta. Los francmasones patrocinan estas leyes y estas medidas en todas partes, para formar la opinión pública. Dicen después: ¿Quién puede ir contra el voto popular? La opinión pública lo pide, etc. Y esta opinión es hija de las logias, y el pueblo engañado se encuentra, sin saberlo, bajo su dominación.

   2º) Corrupción y violencia. Un francmasón ha divulgado el principio de la secta: “El mejor puñal, dice, para herir a la Iglesia en medio del corazón es la corrupción… Haced cuerpos viciosos y se acabarán los Católicos”. Por eso la secta multiplica los malos libros, los malos diarios, las novelas, los folletines, los grabados obscenos, la pornografía, para saturar al pueblo de libertinaje y de vicios.

   “Satanás fue homicida desde el principio”, dice el Apóstol San Juan. Lo mismo es la masonería. Más de una vez ha hecho asesinar a los hermanos que violaron el secreto o se negaron a ejecutar sus órdenes; muchos de sus adversarios han tenido la misma suerte: Luis XVI, García Moreno, etc.

   “La francmasonería organizó la revolución del 1789 y todas las de nuestro siglo; ha producido el socialismo, la internacional, el nihilismo, cte., ha derramado la sangre a torrentes y ha perpetrado numerosos hechos condenados por las leyes”.


“LA RELIGIÓN DEMOSTRADA” Padre A. HILLAIRE.



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